En 1840 se intentó crear en el noreste de México la República del Río Grande, que englobaba los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
A finales de la década la idea de un territorio independiente en el noreste de México resucitó en el contexto de las tensiones entre centralistas y federalistas, pero esta vez se le conocería como República de la Sierra Madre. Este nuevo país se rumoreaba que contaría con la protección de los Estados Unidos, quizás como primer paso para anexionarlo, ya que en los círculos expansionistas norteamericanos aún ambicionaban más territorios mexicanos.
Los motivos para la creación de un nuevo país eran, en primer lugar, las ventajas comerciales que los potentados de la región sacarían de dirigir su propio estado, situado entre México y Estados Unidos, y en segundo lugar, el poder combatir con más efectividad tanto las incursiones desde el norte como a las tribus indias.
En 1848 ya se tienen noticias de un complot encabezado por Francisco Vital, gobernador de Tamaulipas, que pretendía proclamar la República de la Sierra Madre en Tampico con ayuda norteamericana. En ese año surgió el rumor de que en Nueva Orleans se estaba preparando una expedición que desembarcaría en Tampico para proclamar la República de la Sierra Madre. El presidente estadounidense Polk se hizo eco de estos rumores en su diario y anotó que tomó medidas para que no se llevara a cabo.
El 16 de junio de 1849, en la ciudad texana de Brownsville, en la frontera, se publicó la “declaración unánime de independencia de los Siete Estados Septentrionales de la Sierra Madre de México”, aunque finalmente la intentona quedó en nada.
En 1851 el texano José María Jesús Carbajal, que había estado relacionado con la República del Río Grande, intentó llevar a cabo la creación de la República de la Sierra Madre. Carbajal, con ayuda de filibusteros norteamericanos, atacó entre otras las ciudades de Camargo, Reynosa y Matamoros, la cual resistió durante 10 días hasta que Carbajal y los norteamericanos se retiraron. Durante los siguientes años tuvieron lugar otros pequeños ataques al territorio mexicano.
Poco después, Santiago Vidaurri, gobernador de Nuevo León y Coahuila, volvió a retomar la idea. Así se refleja en los archivos mexicanos, donde podemos encontrar varios documentos que hacen referencia a la nueva intentona secesionista durante entre los años 1855 y 1858.
A finales de la década se mencionan planes de la sociedad secreta sureña conocida como los Caballeros del Círculo Dorado, que buscaría la proclamación de esta República y su anexión a los estados esclavistas del sur. Según los archivos mexicanos, en 1861 el Círculo Dorado volvió a participar en un complot para crear la República de la Sierra Madre.
Más tarde, durante la intervención francesa en México y el Segundo Imperio, Vidaurri volvió a plantear la idea, esta vez con ayuda de los confederados, que por entonces estaban en guerra con la Unión.
En la década de 1870 vuelve a hablarse de la idea de que los estados del norte se separen. Los rumores hablan de Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango y Zacatecas. Uno de estos rumores dice que el expresidente Sebastián Lerdo pretendía crear en 1877 la República de la Sierra Madre, cosa que el mismo negó.
La última mención sobre el proyecto de la creación de la República de la Sierra Madre surge en 1880, cuando un rumor señala al General González Flores como su realizador.
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