En 1902 los Boers, los descendientes de aquellos holandeses que habían llegado a Sudáfrica hacía generaciones, estaban perdiendo la guerra contra los británicos, por lo que muchos comenzaron a migrar a otros lugares. Este fue, por ejemplo, el caso de un grupo de cientos de Boers que se establecieron en la Patagonia argentina. Pero es desconocido que las autoridades paraguayas trataron de que colonos Boers llegaran a su país.
Como sucedió medio siglo antes, cuando el gobierno de Paraguay atrajo a colonos franceses a su territorio, ahora también estaba interesado en que los Boers, trabajadores de reconocida pericia en la agricultura y la ganadería, se establecieran en su país.
Aunque es escasa la información que tenemos al respecto, es suficiente para hacer una breve exposición. A finales de abril de 1902 el Ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Manuel Domínguez, comunicó al cónsul paraguayo en la ciudad argentina de La Plata, Francisco Vogler, que sería el delegado al Congreso Internacional de Navegación, que se iba a celebrar en Düsseldorf, Alemania. Paralelamente a este cometido, Vogler debía hacer propaganda de Paraguay en Europa, especialmente en Alemania.
Según la Memoria que Vogler presentó más tarde a la Cancillería de su país, durante su estancia en Europa también se divulgó propaganda desde distintos consulados paraguayos en este continente para fomentar la inmigración de campesinos de Alemina, Austria, Suiza y Rusia a Paraguay. Al mismo tiempo, Vogler se ocupó de la inmigración Boer a tierras paraguayas. En Europa contactó con varias personalidades Boers para realizar este proyecto, entre ellas, Fritz van Straaten, que más tarde sería el promotor de una colonia Boer en Chile.
Según Vogler, van Straaten solicitaba del Gobierno de Paraguay una legua de campo a cada familia Boer. Asimismo, Vogler apuntaba que organizaciones Boers estaban dispuestas a procurar fondos con los que fundar un saladero y fábricas de conservas.
Poco después, Eduardo Fleytas, sucesor de Manuel Domínguez en el Ministerio de Relaciones Exteriores, se dirigía a Vogler y le comunicaba que sería bueno que un representante Boer viajara a Paraguay para convencerse de las grandes ventajas que en el país encuentra la ganadería y de las facilidades para encontrar tierras baratas para la misma.
Finalmente, el proyecto de inmigración Boer no se llevó a cabo por las diferencias entre las condiciones exigidas por los sudafricanos y las que Paraguay podía ofrecer según sus leyes y sus recursos. Así lo deja de manifiesto Eduardo Fleytas en la Memoria presentada al Congreso de la Nación.
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