martes, 31 de agosto de 2021
FRAGMENTOS DE LAS HISTORIAS DEL EMPERADOR CLAUDIO.
10 HECHOS QUE NO SABÍAS SOBRE CLAUDIO
Es mucho lo que se conoce a través del cine y la literatura sobre el cuarto emperador del Imperio Romano, Claudio, pero a continuación hablaremos de diez hechos de su vida que apenas se conocen.
Cuenta Suetonio que Claudio escribió, entre otras, dos historias, siguiendo los consejos del famoso historiador Tito Livio, que comenzaban en los tiempos posteriores a la muerte de César, una autobiografía y dos historias en griego sobre los cartagineses y los tirrenos. Quizás pertenecientes a estas obras, o a otras desconocidas, son los fragmentos mencionados por Plinio el Viejo en su Historia Natural.
En el año 42 d. C., en Dalmacia, por instigación del senador Anio Viniciano, se sublevó contra Claudio el gobernador Camilo Escriboniano, aspirante al trono imperial, aunque fingió ante sus tropas querer restituir la antigua República. Pero a los pocos días, los soldados le retiraron su apoyo y Escriboniano huyó a la isla de Issa, donde se quitó la vida.
En el año 43 Claudio envió una expedición a Britania, consiguiendo la conquista de parte de la isla. El mismo fue brevemente a Britania, logrando incluso, según refieren Eutropio y Orosio, la sumisión de las lejanas Islas Orcadas, al norte de Caledonia, actual Escocia.
De los varios hijos e hijas de Claudio una, Venissa, llama especialmente la atención. Se trata de una figura de historicidad más que dudosa que solo es mencionada en la historia medieval de Geoffrey de Monmouth. Según este autor, Venissa se casó con Arvirargus, un rey britano.
En el año 47 Claudio celebró los Juegos Seculares para celebrar los 800 años de la fundación de Roma. Para estas conmemoraciones se celebraron espectáculos circenses, carreras de cuadrigas, juegos troyanos y luchas de gladiadores. Más tarde, en el año 52 organizó un gran combate naval, una naumaquia, en el lago Fucino.
Hacia el año 49 o 50, según Suetonio, Claudio “expulsó de Roma a los judíos, que provocaban alborotos continuamente a instigación de Cresto”. Este nombre sería una forma errónea de llamar a Cristo. Esta noticia aparece corroborada en los Hechos de los Apóstoles, donde se dice que Áquila y Priscila llegaron a Grecia después de la expulsión decretada por Claudio. Sin embargo, Dión Casio dice que Claudio no los expulsó, pero “sí les prohibió que se reuniesen mientras siguieran practicando su ancestral modo de vida”.
Claudio inició enormes obras durante su gobierno, entre ellas la del puerto de Ostia. Cuenta Plinio la anécdota de que estando el emperador en Ostia apareció una orca y el mismo emperador, con las cohortes pretorianas, la cercaron con redes y la atacaron con lanzas desde navíos, llegando la orca a hundir uno de ellos.
Durante su reinado, Claudio inventó tres nuevas letras, las conocidas como litterae Claudianae, y las añadió al alfabeto, aunque solo se utilizaron durante su mandato. Antes de ser emperador ya había publicado un libro sobre este asunto, como recuerda Suetonio. La primera letra fue una C vuelta hacia la izquierda o dos ces unidas, la segunda una F invertida y la tercera una especie de H con un solo astil.
A lo largo de su vida Claudio tuvo varias esposas. En su adolescencia estuvo prometido primero a Emilia Lépida, a la que repudió, y luego a Livia Medulina, que murió el día de la boda. Su primera mujer fue Plaucia Urgulanila, de la que se divorció, que le dio a su hijo Druso y a una hija, Claudia, de dudosa paternidad. Luego se casó con Elia Petina, con la que tuvo a Antonia y de la que también se divorció. Su tercera esposa fue Valeria Mesalina, de la que tuvo a Octavia y a Británico, que fue asesinada debido a sus intrigas. Luego, Claudio, debió elegir entre varias candidatas, una de ellas Petina, su segunda mujer, pero finalmente se casó con su sobrina, Agripina la Menor, madre ya del futuro emperador Nerón.
Cuentan las fuentes antiguas que Claudio, durante su reinado, estuvo dos veces a punto de renunciar al poder. Una, durante la revuelta de Escriboniano, y otra, cuando detuvieron a un individuo armado que le rondaba. En otra ocasión, durante las intrigas de Mesalina y su amante Silio, Claudio, aterrorizado, llegó a pensar que le habían arrebatado el poder.
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viernes, 27 de agosto de 2021
DICTAMEN POR EL QUE SE ROMPE EL TRATADO DE CÓRDOBA POR PARTE DE ESPAÑA (8-2-1822).
1822, LA PROCLAMACIÓN DE AGUSTÍN DE ITURBIDE COMO EMPERADOR DE MÉXICO
En 1822, tras la ruptura por parte de España de los tratados con México del año anterior según los cuales esta nación sería independiente bajo el gobierno de Fernando VII o de un miembro de su dinastía o el que las Cortes del imperio designasen, Agustín de Iturbide, presidente de la regencia, fue aclamado como emperador la noche del 18 de mayo. A continuación, Iturbide fue proclamado formalmente el día 19 como podemos ver en el decreto emitido el día 22, que dice lo siguiente:
“La Regencia del Imperio, habilitada interinamente para su gobierno durante la falta del emperador, a todos los que las presentes vieren y entendieren, sabed: Que el Soberano Congreso constituyente Mexicano ha decretado lo siguiente:
En la Corte de México, a diez y nueve de mayo de mil ochocientos veinte y dos, segundo de la Independencia. El Soberano Congreso constituyente Mexicano congregado en sesión extraordinaria, motivada por las ocurrencias de la noche anterior, y parte que de ellas dió el Generalisimo Almirante, con remisión de varios documentos que se transcriben en la acta de este día, oídas las aclamaciones del pueblo conformes a la voluntad general del Congreso y de la nación; teniendo en consideración que las Cortes de España, por decreto inserto en la Gaceta de Madrid de trece y catorce de febrero último, han declarado nulo el Tratado de Córdoba y que por lo mismo es llegado el caso de que no obligue su cumplimiento a la nación mexicana, quedando ésta en la libertad que el artículo tercero de dicho Tratado concede al Soberano Congreso constituyente de este Imperio, para nombrar emperador por la renuncia o no admisión de los allí llamados, ha tenido a bien elegir para emperador constitucional del Imperio Mexicano, al Sr. D. Agustín de Iturbide, primero de este nombre, bajo las bases proclamadas en el Plan de Iguala y aceptadas con generalidad por la nación, las cuales se detallan en la fórmula del juramento que debe prestar ante el Congreso el día veinte y uno del corriente”.
El 21 de mayo Agustín de Iturbide juró como emperador. Un mes más tarde, el día 22 de junio, un nuevo decreto designó a los familiares de Iturbide como príncipes y princesas. Este decreto, en un primer punto dice:
“La Monarquía Mexicana, además de ser moderada y constitucional, es también hereditaria”.
En los puntos 2 y 3 se nombraba al hijo primogénito del Emperador, también llamado Agustín, su sucesor, y se le concedía el título de Príncipe Imperial.
En el punto 4 se daba al resto de hijos e hijas de Agustín de Iturbide el título de Príncipes Mexicanos y el tratamiento de Altezas.
En el punto 5 se daba al padre de Iturbide, José Joaquín, el título de Príncipe de la Unión.
Por último, en el punto 6, se daba a la hermana del Emperador, María Nicolasa, el título de Princesa de Iturbide.
Finalmente, Iturbide fue coronado el 21 de julio, pero esa historia la contaremos en otro video.
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lunes, 23 de agosto de 2021
EL PADRE DE FRANCISCO SOLANO LÓPEZ SEGÚN JACINTO V. VICENCIO (“DICTADURA DEL MARISCAL LÓPEZ”, t. I, 1874, p. 18)
FRANCISCO SOLANO LÓPEZ Y ¿SU VERDADERO PADRE?
Es mucho lo que se ha escrito sobre la figura de Francisco Solano López, quizás el político y militar más importante de Sudamérica en el tercer cuarto del siglo XIX, pero no se conoce tanto la leyenda sobre su verdadero padre que la propaganda antilopizta difundió en el contexto de la Guerra de la Triple Alianza. A continuación hablaremos brevemente de ella.
En 1865 Manuel Pedro de Peña, antiguo colaborador del presidente paraguayo Carlos Antonio López y en ese momento opositor a su hijo y expatriado en Buenos Aires, publicó un libro en el marco de la propaganda antilopizta de la época en el que atacaba a Francisco Solano López.
Este Peña era primo hermano Juana Pabla Carrillo, madre del Mariscal López, y por ello se refería a él como su sobrino. En su libro, Peña lanzó a López las habituales acusaciones de tirano, pero añadió un nuevo ataque, el de bastardo e hijo ilegítimo.
Según Peña, el verdadero padre de López era su padrino y padrastro de su madre, Lázaro Rojas, aquel que a su muerte le había legado sus bienes. Peña señala que las conductas criminales de López le venían por el apego al que sería su supuesto padre, y no por la sangre de su padre verdadero, Lázaro Rojas. En otro pasaje Peña llega a llamar a López “hijo espurio de Paraguay” en una clara alusión a que era un hijo bastardo.
Años después, en 1871, otro enemigo declarado de López, el antiguo embajador estadounidense en Paraguay, Charles Washburn, en su libro “Historia del Paraguay” hacia los mismos ataques. Según Washburn Lázaro Rojas se casó con la abuela de López, la viuda María Magdalena Viana, por su fortuna pero en realidad sus ojos estaban puestos en su hija, Juana, a la que dejó embarazada, y que para evitar el escandalo casaron a Juana con Carlos Antonio López.
Cuenta Washburn que esto se lo contaron los vecinos del matrimonio y que el motivo por el que Rojas dejó su fortuna al futuro Mariscal, incluido el terreno donde más tarde se levantó el Palacio de los López, es porque era su verdadero padre. Esto mismo ya lo había dicho Peña disimuladamente en su libro.
Autores más recientes también recogen estos rumores sobre el verdadero padre de Francisco Solano López, llegando a señalar las habladurías de la época sobre el parecido físico entre el Mariscal y Lázaro Rojas, aunque apuntan que esto podría deberse a que ambos pertenecían a la familia Carrillo, ya que el primero era bisnieto de Antonio Carrillo y el segundo era nieto. Aún así, este rumor desmentido lo podemos seguir encontrando en historiografía reciente.
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lunes, 16 de agosto de 2021
LOS ÚLTIMOS SEÑORES DE ULTRAJORDANIA.
Tras la reconquista musulmana de los territorios de Levante las familias dirigentes de los señoríos y estados cruzados siguieron ostentando sus antiguos títulos a pesar de que ya no poseían el territorio. Este es el caso de Ultrajordania.
Isabel de Toron, hija de Estefanía de Milly y de Hunfredo III de Toron.
Alicia de Armenia, hija de Isabel y de Rubén III, príncipe de Armenia.
María de Antioquía, nieta de Alicia y de Raimundo Rubén de Antioquía.
Juan de Monfort, hijo de María y de Felipe de Monfort. Murió sin hijos.
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HISTORIA DEL SEÑORÍO CRUZADO DE ULTRAJORDANIA (1118-1189)
Muchos, cuando oyen hablar de los Estados Cruzados piensan en el Reino de Jerusalén y quizás les suene el Condado de Tripoli o el Principado de Antioquía, pero muy pocos han oído hablar del Señorío de Ultrajordania. Fue este un territorio vasallo del Reino de Jerusalén situado al este del Mar Muerto, en la actual Jordania. Pero empecemos por el principio.
Entre el año 1096 y 1099 tiene lugar la Primera Cruzada en la que los caballeros cristianos de Europa conquistaron gran parte de las modernas Palestina, Israel, Libano y grandes zonas de Siria. Allí se constituyeron varios estados, siendo el más importante el Reino de Jerusalén. En el año 1100 el rey Balduino I de Jerusalén envió la primera expedición al otro lado del Mar Muerto. En 1107, ante el avance por las tierras situadas al este del Río Jordán de las tropas de Toghtekin, Atabeg selyúcida de Damasco, Balduino se vio obligado a intervenir. Y hacia el 1112 tuvo lugar una tercera expedición.
En su cuarta campaña al este del Jordán, en el año 1115, Balduino construyó Mons Regalis o Montreal, la que fue una de las fortalezas más importantes de la región, de ahí que a los señores de este territorio también se les llamara Señores de Montreal. Con estas campañas y estas fundaciones se conformó Ultrajordania, esto es, la tierra de más allá del Jordán. Un año después se tomaron posiciones en el Golfo de Aqaba. Allí construyeron fortalezas en Ayla y en la Isla de de Graye. También hay noticias sobre un castillo en Aqaba, pero aún no ha sido localizado.
En los alrededores de las ruinas de la ciudad nabatea de Petra, construyeron las fortalezas de Li Vaux Moïse, al-Hurmuz y al-Habis, cuyo nombre cruzado se desconoce. Y al norte de Montreal estaban Sela y Tafila. Además existían otras pequeñas fortalezas repartidas por el territorio.
Debido a su tamaño y a su situación periférica este territorio gozaba de cierta autonomía. Las fronteras de este territorio eran algo difusas. Sus limites occidentales estaban en el Río Jordán, el Mar Muerto y el desierto del Neguev. En el sur llegaba hasta el golfo de Aqaba. Al este sus fronteras estaban delimitadas aproximadamente por el desierto de Arabia. Y al norte, su territorio debía llegar hasta algún lugar cercano a la actual Amán. La importancia de este territorio radicaba en que por un lado controlaba las rutas entre Arabia, Egipto y Siria, por lo que cobraba impuestos a las caravanas que las recorrían, y por otro proporcionaba a los francos, como eran llamados los europeos de Tierra Santa, acceso al Mar Rojo. La población cristiana en este territorio era escasa, siendo la mayoría de sus pobladores beduinos.
En un primer momento el territorio pudo haber sido entregado a Roman Le Puy. Quizás, tras rebelarse o conspirar contra el rey Balduino II o su yerno Fulco, se le desposeyó del señorío. El historiador Guillermo de Tiro menciona que posiblemente Roman fue sucedido por su hijo, Raul Le Puy, pero esto parece improbable.
Hacia el año 1131 fue investido señor de Ultrajordania Pagan el Mayordomo. En 1142, después de una incursión desde Siria, decidió trasladar la centro de Ultrajordania de Montreal al Krak de los Moabitas, también conocido como la Piedra del Desierto o Kerak. En el año 1144 el rey Balduino III, siendo aún un niño, tuvo que intervenir en Ultrajordania debido a un ataque de los turcos selyúcidas.
En 1147 Pagan fue sucedido por su sobrino, Mauricio de Montreal. Durante su mandato Mauricio siguió la construción del Krak de los Moabitas. También hizo entrega de posesiones a los Caballeros Hospitalarios y participó en el sitio de Ascalón. En 1156 y 1158 los fatimís de Egipto atacaron varias fortalezas de Ultrajordania.
A Mauricio le sucedió su hija Isabel y el marido de esta, Felipe de Milly, señor de Nablús, en 1161. Felipe cambió su anterior señorío, Nablús, por Ultrajordania. Este, tras enviudar, entró 1166 en la Orden de los Caballeros Templarios y les cedió territorios en Ultrajordania. Poco después se convertiría en Gran Maestre de la Orden. El rey Amalrico I de Jerusalén hizo entrega ese año del castillo de Ahamant, en la moderna Amán, a los Templarios.
Tras la entrada de Felipe en la Orden Templaria, el señorío pasó a su nieta, Beatriz Brisebarre, hija de Helena de Milly, y al padre de esta, Walter III de Beirut. Pero poco después, a la muerte de la pequeña Beatriz, Ultrajordania pasó a la hija menor de Felipe, Estefanía de Milly.
Durante esta época las tropas de Nur ad-Din de Alepo, comandadas por Shirkuh y su sobrino Saladino, cruzaron en varias ocasiones el territorio de Ultrajordania para dirigirse al Egipto Fatimí, donde luchaban contra el rey Amalrico. Durante una de estas incursiones parece que destruyeron una fortaleza que los templarios poseían cerca de Amán. También por estas fechas se restauró archidiócesis de Petra y Guerricus, su primer y único arzobispo, se instaló en el Krak.
Estefanía tomó posesión hacia el año 1168 o 1169 y gobernó junto a sus sucesivos esposos: Hunfredo III de Torón, Milo de Plancy y Reinaldo de Châtillon. Estefanía tuvo de Hunfredo a sus dos hijos, Isabel, que se casó con el Príncipe Rubén III del Principado Armenio de Cilicia, y Hunfredo, futuro señor de Ultrajordania.
En 1170, según nos cuenta el historiador árabe al-Athir, Nur ad-Din penetró en Ultrajordania con el objetivo de asediar el Krak, pero decidió retirarse a causa de la mala coordinación con Saladino y del avance de un ejército de cruzados. Durante su retirada, Nur ad-Din, saqueó e incendió todas las villas por las que pasó. En esta época fue cuando Saladino tomó territorios del señorío en el Golfo de Aqaba. En 1172 Montreal y el Krak fueron sitiadas por Nur ad-Din y Saladino, pero sin resultados.
Tras enviudar, Estefanía se casó con Milo de Plancy, Senescal y regente de Balduino IV el Leproso, rey de Jerusalén. Por estas fechas, Saladino invadió Ultrajordania para atacar a los beduinos, que amenazaban la ruta que conducía de Siria a Egipto, que gobernaba por entonces. Un año después, Saladino volvió a atravesar Ultrajordania para dirigirse al norte y tomar el control de Siria tras la muerte de su señor, Nur ad-Din. Milo fue asesinado en 1174 por Walter III, quizás por una disputa por el señorío de Ultrajordania.
El tercer marido de Estefanía fue el famoso Reinaldo de Châtillon, príncipe de Antioquía. Este gobernó Ultrajordania casi como un rey independiente. En el año 1181 Reinaldo, desde su nuevo señorío, penetró en Arabia y atacó la ruta caravanera. En respuesta, los ayubíes, la dinastía fundada por Saladino, penetraron en su señorío.
En el año 1182 Reinaldo hizo transportar varias naves a través del Desierto del Neguev hasta el Golfo de Aqaba, desde donde lanzó al año siguiente un ataque primero a la Isla de Graye y luego a las costas musulmanas del Mar Rojo, amenazando con atacar La Meca. En respuesta a esto, Saladino invadió Ultrajordania y asedió el Krak de los Moabitas con la ayuda de catapultas hasta que llegaron Balduino IV y Raimundo III de Tripoli y consiguieron que Saladino se retirara. Durante este asedio, Hunfredo, hijo de Estefanía, se casó en El Krak con Isabel, hermana de Balduino. La Crónica de Ernoul cuenta que Estefanía mando comida del banquete nupcial a Saladino y este correspondió dando la orden de que la cámara nupcial no fuera bombardeada. Un año después, Saladino volvió a sitiar El Krak, pero tampoco logró tomarlo. Reinaldo murió en la Batalla de Hattin en el año 1187 y Jerusalén cayó poco después.
Muerto Reinaldo, se convirtió en señor de Ultrajordania el hijo de Estefanía, Hunfredo IV de Torón. Hunfredo, había sido capturado en la Batalla de Hattin y llevado a Damasco. Saladino conquistó casi todo el señorío, salvo el Krak de los Moabitas y Montreal. Estefanía logró que Saladino liberara a su hijo a cambio de estas dos fortalezas, pero al no rendirse estas, Hunfredo volvió a Damasco voluntariamente, aunque poco después Saladino lo liberó. El Krak no cayó hasta 1188 y Montreal hasta 1189. Este fue el fin del señorío de Ultrajordania. El título de señores de Ultrajordania se conservó durante varias generaciones entre los descendientes de Estefanía de Milly, pero sin lograr nunca recuperar el territorio.
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martes, 10 de agosto de 2021
El PRINZ EITEL FRIEDRICH EN LA ISLA DE PASCUA (1914).
CORSARIOS ALEMANES EN LA ISLA DE PASCUA DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.
De todo lo que se conoce sobre la Primera Guerra Mundial, la historia de un barco corsario alemán y de como su tripulación acabó refugiada en la lejana Isla de Pascua, es casi desconocida.
En 1915 el navío anglo-estadounidense Pass of Balmaha fue capturado por un U-boat alemán. Más tarde el navío fue artillado y renombrado como Seeadler con el objetivo de que se dedicara a incursionar en aguas enemigas. El Seeadler, comandado por el Conde Félix von Luckner, consiguió a finales de 1916 romper el bloqueo naval de los aliados de la Entente haciéndose pasar por un barco noruego.
A continuación, rodeó las Islas Británicas por el norte y desde el este de Groenlandia, fue hacia el sur. Desde enero de 1917 hasta marzo, durante su travesía hasta el Atlántico sur, el Seeadler capturó y hundió una docena de naves. A mediados de abril pasó al este de las Malvinas y días después bordeó el Cabo de Hornos y entró en el Pacífico. Los alemanes fueron hacia el norte, aproximándose al Archipiélago Juan Fernández, desde donde pusieron rumbo noroeste, hacia las Marquesas. Para entonces, barcos británicos seguían la pista del Seeadler.
En junio y julio, entre las Marquesas y Hawái, tres naves estadounidenses fueron capturadas y hundidas. Desde aquí el Seeadler viró hacia el sur, hacia la Polinesia. El barco terminó hundiéndose en la isla de Mopelia a causa de un tsunami, aunque ningún tripulante ni ningún prisionero murió. Von Luckner y parte de la tripulación zarparon en un pequeño barco hacia Fiji, donde fueron capturados e internados en Nueva Zelanda, aunque von Luckner consiguió escapar y más tarde fue recapturado.
Mientras tanto, el 5 de septiembre de 1917, el teniente Alfred Kling junto al resto de sus compañeros del Seeadler capturaron un barco francés, el Lutece, al que rebautizaron como Fortuna, con intención de llegar a Alemania, pero debido al mal estado de la nave, decidieron dirigirse a la Isla de Pascua, donde llegaron el 3 de octubre. En total eran 3 oficiales y 55 tripulantes. Una vez en Pascua pidieron permiso para permanecer algunos días en la isla mientras reparaban su embarcación. Al día siguiente, mientras llevaban el Fortuna desde bahía La Pérouse a Hanga Roa, este chocó contra las rocas, perdiéndose totalmente poco después. Los marinos alemanes pasaron varios meses en Pascua con el beneplácito del subdelegado de la isla, Exequiel Acuña, el cual, según Kling, les trató de una forma amable, les dejó gozar de total libertad e, incluso, les ayudó a conseguir hospedaje.
En febrero de 1918 llegó a la isla el navío Falcon para trasladar a los alemanes al continente. Zarparon el 13 de febrero y llegaron a Talcahuano el 2 de marzo. Allí se les internó en el vapor alemán Menphis, que se encontraba retenido en aquel puerto desde 1915, cuando las autoridades chilenas lo consideraron crucero de guerra por asistir a la escuadrilla de Maximilian von Spee. Finalmente, la tripulación del Seeadler, tras pasar varios meses confinados, pudo regresar a Alemania en 1919.
Pero esta estancia de marinos alemanes en la Isla de Pascua no fue la primera ya que, brevemente, otros les precedieron. Entre el 12 y 18 de octubre de 1914, el escuadrón de von Spee, formado por el Scharnhorst y el Gneisenau, procedente de la Polinesia, recaló en Pascua, donde tomaron víveres y se reunieron con otros dos navíos alemanes, el Dresden y el Leipzig y los carboneros que les acompañaban. Esto violaba la neutralidad chilena y varios artículos de la Convención de la Haya, por lo que las autoridades de este país protestaron. A continuación, la flota partió hacia el continente, donde protagonizaron varias batallas con las fuerzas británicas durante los siguientes meses.
A finales de ese año el barco alemán Prinz Eitel Friedrich recaló durante varios días en la Isla de Pascua junto al velero francés Jean, al que había capturado días atrás. En esta ocasión tenemos noticias del desembarco de tropas en la isla, lo que de nuevo, hizo protestar a las autoridades chilenas.
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jueves, 5 de agosto de 2021
PASAJES DE HIDACIO SOBRE LOS ATAQUES HÉRULOS A HISPANIA.
“De Erulorum gente septem navibus in Lucensi litore aliquanti advecti viri ferme CCCC expediti, superventu multitudinis congregatae duobus tantum ex suo numero effugantur occisis: qui ad sedes propias redeuntes Cantabriarum et Varduliarum loca maritima crudelissime depraedati sunt”, (Chron. 171).
“Eruli maritima conuentus Lucensis loca nonnulla crudelissime inuadunt, ad Baeticam pertendentes”, (Chron. 194).
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455-459, LAS INVASIONES HÉRULAS DE HISPANIA
A lo largo de la historia de la Hispania romana la Península Ibérica sufrió varias invasiones y ataques, unas famosas como la de los vándalos, suevos y alanos, y otras casi desconocidas, como la de los mauri del siglo II d. C. o la de los hérulos, durante la tardoantigüedad, en los albores de la Edad Media.
Los hérulos fueron un pueblo germánico proveniente probablemente del sur de Escandinavia que, como veremos a continuación, se dividieron en distintos grupos y se esparcieron por toda Europa a lo largo del tiempo. En el siglo III encontramos a un grupo llevando a cabo raids en el Egeo desde las estepas pónticas. Poco después tenemos noticias de otro grupo de hérulos en las Galias. Jordanes nos cuenta que en el siglo IV los godos vencieron a los hérulos en el este de Europa. Más tarde, según San Jerónimo, fueron uno de los pueblos que cruzó el Rin en el año 406.
Medio siglo después se les menciona como parte del ejército huno y seguidamente como uno de los pueblos que se rebelaron contra el hijo de Atila. En el año 476 son parte de las tropas de Odoacro, aquel caudillo bárbaro que destituyó al último emperador romano. Poco después, a principios del siglo VI, encontramos a un grupo de hérulos en el Danubio Superior y por último, tenemos noticias de hérulos siendo parte de los ejércitos de Justiniano. La banda de hérulos que protagonizan nuestra historia con toda seguridad pertenecería a uno de los grupos occidentales, pero es imposible precisar a cual.
A mediados del V, cuando tiene lugar nuestra historia, Hispania se encontraba fragmentada entre los romanos que, al menos nominalmente, controlaban gran parte de la península, los visigodos que se encontraban en las regiones del norte, los vascones, en las estribaciones de los Pirineos occidentales, y los suevos, en el noroeste. Fue el territorio de estos últimos el atacado por los hérulos, algo que, como veremos a continuación, parece que no fue casual.
Cuenta el obispo Hidacio en su Crónica que, en el año 455, o 456 según algunos autores, llegados en siete naves unos 400 hérulos armados a la ligera desembarcaron por sorpresa en la costa lucense, en territorio suevo, pero fueron ahuyentados por la multitud reunida, muriendo tan solo dos de ellos. En el retorno a sus tierras, los hérulos saquearon con gran crueldad las localidades marítimas de los Cántabros y los Várdulos. Algunos autores sostienen que los hérulos tuvieron que huir precipitadamente del territorio lucense y, por tanto, abandonar sus naves, por lo que regresaron a su hogar a pie, atravesando los pasos pirenaicos.
Poco después, en el año 459, según Hidacio, cuando los hérulos se encaminaban a la Bética, invadieron los lugares marítimos del conventus lucensis con la mayor de las crueldades. Algunos historiadores creen que la primera incursión fue una avanzadilla para explorar el territorio y cruzar hasta la Bética, verdadero destino en el que obtener tierras y asentarse, algo nada extraño si tenemos en cuenta que otros pueblos ya intentaron tanto esto, como pasar a África. Por tanto, los dos ataques hérulos mencionados por Hidacio corresponderían a una nueva migración de este pueblo desde su hogar originario en el sur de Escandinavia, siendo este movimiento migratorio una anticipación de los grandes raids vikingos del Medievo que afectaron a los mismos lugares.
Otros autores sugieren que los hérulos, emparentados con los visigodos y quizás sometidos a estos, pretendían reunirse con ellos en el sur de Hispania ya que Hidacio, en un pasaje anterior, cuenta que los visigodos se dirigían hacia allí. Y teniendo en cuenta esto, la primera incursión no habría sido un mero ataque pirático, sino que los hérulos también habrían actuado a instancias de los visigodos de Teodorico II en el marco de una ofensiva romano-visigoda contra los suevos. Esta ofensiva la recoge Hidacio, quien nos dice que los visigodos fueron enviados por el emperador Avito contra los suevos de Requiario.
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lunes, 2 de agosto de 2021
DECRETO DEL 13 DE NOVIEMBRE DE 1902 DE ANDRÉS HÉCTOR CARVALLO, PRESIDENTE DE PARAGUAY.
LOS COLONOS BOERS DE PARAGUAY.
En 1902 los Boers, los descendientes de aquellos holandeses que habían llegado a Sudáfrica hacía generaciones, estaban perdiendo la guerra contra los británicos, por lo que muchos comenzaron a migrar a otros lugares. Este fue, por ejemplo, el caso de un grupo de cientos de Boers que se establecieron en la Patagonia argentina. Pero es desconocido que las autoridades paraguayas trataron de que colonos Boers llegaran a su país.
Como sucedió medio siglo antes, cuando el gobierno de Paraguay atrajo a colonos franceses a su territorio, ahora también estaba interesado en que los Boers, trabajadores de reconocida pericia en la agricultura y la ganadería, se establecieran en su país.
Aunque es escasa la información que tenemos al respecto, es suficiente para hacer una breve exposición. A finales de abril de 1902 el Ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Manuel Domínguez, comunicó al cónsul paraguayo en la ciudad argentina de La Plata, Francisco Vogler, que sería el delegado al Congreso Internacional de Navegación, que se iba a celebrar en Düsseldorf, Alemania. Paralelamente a este cometido, Vogler debía hacer propaganda de Paraguay en Europa, especialmente en Alemania.
Según la Memoria que Vogler presentó más tarde a la Cancillería de su país, durante su estancia en Europa también se divulgó propaganda desde distintos consulados paraguayos en este continente para fomentar la inmigración de campesinos de Alemina, Austria, Suiza y Rusia a Paraguay. Al mismo tiempo, Vogler se ocupó de la inmigración Boer a tierras paraguayas. En Europa contactó con varias personalidades Boers para realizar este proyecto, entre ellas, Fritz van Straaten, que más tarde sería el promotor de una colonia Boer en Chile.
Según Vogler, van Straaten solicitaba del Gobierno de Paraguay una legua de campo a cada familia Boer. Asimismo, Vogler apuntaba que organizaciones Boers estaban dispuestas a procurar fondos con los que fundar un saladero y fábricas de conservas.
Poco después, Eduardo Fleytas, sucesor de Manuel Domínguez en el Ministerio de Relaciones Exteriores, se dirigía a Vogler y le comunicaba que sería bueno que un representante Boer viajara a Paraguay para convencerse de las grandes ventajas que en el país encuentra la ganadería y de las facilidades para encontrar tierras baratas para la misma.
Finalmente, el proyecto de inmigración Boer no se llevó a cabo por las diferencias entre las condiciones exigidas por los sudafricanos y las que Paraguay podía ofrecer según sus leyes y sus recursos. Así lo deja de manifiesto Eduardo Fleytas en la Memoria presentada al Congreso de la Nación.
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