lunes, 21 de junio de 2021

795, MONJES IRLANDESES DESCUBREN ISLANDIA.

Tradicionalmente se ha creído que Islandia fue descubierta y poblada por noruegos en la segunda mitad del siglo IX, pero quizás sea el momento, como sucedió con el descubrimiento colombino de América, de desterrar esta idea, y es que Islandia fue descubierta y poblada por monjes irlandeses hacia el año 795, si es que no fue descubierta mucho antes. 

Ya en la Antigüedad es posible que Islandia fuera visitada por griegos y romanos. Las referencias a una isla conocida como Tule en las fuentes antiguas son confusas, algunos identifican esta ínsula con las Shetland, otros con la costa noruega y otros con Islandia. Algunas características de Tule mencionadas por Estrabón y Plinio el Viejo, como la duración de los días o la distancia desde Britania, podrían identificar esta isla con Islandia. Así se desprende al menos del relato de Piteas de Masalia, explorador griego que pudo visitar Islandia hacia finales del siglo IV a. C. A principios del siglo I de nuestra era, Estrabón en su Geografía, basándose en el relato perdido de Piteas, dice que “las tierras de Tule, la más septentrional de las islas britanas, son las últimas habitadas...”. Años después, según cuenta Tácito, el general romano Agrícola avistó Tule durante su circunnavegación de Britania. El hallazgo de tres monedas romanas datadas en el último cuarto del siglo III sería la prueba definitiva de que Islandia fue visitada en la Antigüedad, aunque estas piezas pudieron llegar a la isla en época vikinga. 

Posteriores a estas monedas tenemos algunas noticias sobre Islandia, aunque estas están más cerca de la literatura que de la historia. En algún momento de la historia de la Britania posromana, hacia finales del siglo V o principios del VI, cuenta Geoffrey de Monmouth que el mítico rey Arturo conquistó Islandia. También tenemos relatos sobre monjes y santos irlandeses que en sus viajes por el océano visitaron todo tipo de islas maravillosas, algunas de las cuales podrían identificarse con Islandia. Estos relatos - el Viaje de Máel Dúin, el de Cormac Ua Liatháin, el de San Brandán y el de San Albeo de Emly -, aunque podemos calificarlos de literarios, quizás tengan un trasfondo histórico relacionado con eremitas irlandeses que, como veremos más adelante, pudieron llegar a Islandia. 

A principios del siglo VIII, Beda el Venerable menciona en una de sus obras información de Tule y dice que la recibió de hombres de su época venían de aquellas regiones, con lo que, si identificamos Tule con Islandia, se podría afirmar que esta isla ya era frecuentada al menos desde la Alta Edad Media. 

Más tarde, en el año 825 el monje irlandés Dicuil cuenta en su obra geográfica Liber de Mensura Orbis Terrae que unos treinta años atrás, es decir, hacia el año 795, unos clérigos le contaron que permanecieron en Tule por espacio de seis meses, en los que casi siempre era de día y las noches eran muy cortas. Con esta información podríamos identificar Tule con Islandia, y aunque noticias parecidas podemos encontrarlas desde la Antigüedad, fuentes posteriores dan verosimilitud a lo que nos cuenta Dicuil. En los últimos años, hallazgos arqueológicos, fechados hacia el año 770, demostrarían que Islandia estuvo poblada en fechas cercanas a la noticia proporcionada por Dicuil. 

El Landnámabók y el Íslendingabók, fechados hacia el siglo XII, nos dicen que a la llegada de los noruegos a Islandia estos vieron que monjes irlandeses habían llegado antes que ellos. Estos monjes, a los que llamaron Papar, al ver su paz perturbada por los paganos noruegos, con los que no querían convivir, se fueron y dejaron libros irlandeses, cruces, cayados y campanas. Estos Papar eran monjes ermitaños irlandeses que elegían remotos lugares a los que retirarse para profesar una vida solitaria y ascética. Los Papar son mencionados en las sagas nórdicas y su rastro se encuentra en varios topónimos de lugares como las Orcadas, las Shetland, las Feroe e Islandia. 

No fue hasta la segunda mitad del siglo IX cuando los vikingos se asentaron de forma estable en Islandia. El primero en visitar Islandia, hacia el año 860, fue Naddodd, el cual llamó a aquella isla, Snioland, la Tierra de Nieve. El siguiente en ir a aquel lugar fue Gardar Svavarsson, un vikingo sueco, por cuyo nombre se llamó Gardarshólmi a Islandia. A continuación, el siguiente en navegar hacia Islandia fue Floki el Cuervo, el primero en llamar a aquella isla Islandia. Por último, los siguientes en llegar a Islandia y los considerados como sus primeros colonizadores fueron los hermanos Ingolf y Hiorleif, hacia el año 874. 

Podemos concluir que, aunque Islandia probablemente se conocía desde la Antigüedad y fue poblada por los noruegos desde la segunda mitad del siglo IX, ya había sido habitada antes, al menos hacia el 795, como nos cuenta Dicuil. 

Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos

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