sábado, 3 de diciembre de 2022

1828, EL PLAN ARGENTINO PARA ATACAR PARAGUAY

Como vimos en otros videos, mientras José Gaspar Rodríguez de Francia gobernó Paraguay hubieron varios planes argentinos para invadir Paraguay. En esta ocasión, el ideólogo fue  Manuel Dorrego, Gobernador de Buenos Aires. 

En 1828, en el contexto de la guerra entre las Provincias Unidas del Río de la Plata y Brasil, el oriental Fructuoso Rivera y el santafesino Estanislao López, con el apoyo de Dorrego, organizaron la invasión de las Misiones Orientales con el conocido como Ejército del Norte. 

Fue durante la planificación de esta campaña cuando surgió en Dorrego la idea de materializar su viejo deseo de invadir Paraguay. Según Woodbine Parish, Cónsul General británico en Buenos Aires, la intención de Dorrego era capturar el tesoro de 2.000.000 de pesos. De acuerdo a otras opiniones, Dorrego pretendía anexar Paraguay a las Provincias Unidas, usando para ello a Rivera. 

Tras la ocupación de Misiones, del 15 de mayo es una de las primeras referencias que se conservan sobre el plan para atacar Paraguay. En una carta escrita en el Campamento de Ytaun, Rivera le decía a Lucas José Obes que “con los recursos de [la] provincia [de Misiones], que son inmensos, podremos en la próxima primavera o verano darle un asalto a Francia en el Paraguay”. 

El 4 de junio Dorrego escribió a Rivera las siguientes palabras: “Tenga Ud. en vista mi idea sobre el Paraguay de que hablé a Ud. y diga lo que podría hacer contra el tirano Francia”. El día 5 escribía Obes a Rivera una larga carta en la que se volvía a hacer referencia a la “empresa del Paraguay”. En esas mismas fechas Dorrego escribió a Juan Antonio Lavalleja sobre los deseos de Rivera de invadir Paraguay. Poco después Dorrego envió a Rivera a un paraguayo, José Tomás Isazi, para informarle sobre el estado de Paraguay y el modo de como podría dársele la libertad. 

A mediados de julio, José Manuel de Isasa escribió a Rivera recordándole “el inmenso número de personas que padecen en las mazmorras del Gran Sultán del Paraguay”. Añadía que con un ejército de 4.000 hombres era suficiente para tomar el Paraguay, que Francia no ofrecería resistencia y se retiraría a Coímbra con los caudales. Para evitar esto, proponía Isasa enviar 300 o 400 hombres a través del Chaco y cortar la retirada de Francia. Tiempo después, a finales de julio, en otra carta Obes decía a Rivera que el marino Guillermo Brown podría ser su brazo derecho en los movimientos sobre Paraguay. 

En octubre, una vez firmada el 27 de agosto la Convención Preliminar de Paz entre Brasil y las Provincias Unidas, Dorrego, a través de Hilarión de la Quintana, ordenó a Rivera que abandonara las Misiones Orientales, se situara en las Misiones Occidentales y se preparara para invadir Paraguay. Según cuenta Quintana en sus Memorias, para la expedición al Paraguay ofreció a Rivera la “escuadra y parte del ejército que había concluido la guerra con el Imperio del Brasil”. 

A principios de noviembre Rivera, ya desengañado del plan, escribió a Julián de Gregorio Espinosa y le decía que Dorrego lo quería enviar contra Paraguay solo para enemistarlo con las provincias argentinas, y añadía que “la empresa del Paraguay (…) no es tan sencilla como lo suponen algunos. Este país tiene una población muy numerosa, recursos superabundantes y un Gobierno lleno de poder y acción...”. En la misma época podemos ver en una carta de Francia que este ya era conocedor de los planes porteños y decía: “en Buenos Aires se trata de ejecutar cuanto antes una invasión al Paraguay”. 

Poco después, Juan Ramón Balcarce, Ministro de Guerra y Marina de Dorrego, escribió a Rivera sobre lo conveniente que sería recabar el apoyo de Corrientes para la expedición contra Paraguay. Más tarde, Rivera respondió a Balcarce que exigir auxilios a Corrientes para sojuzgar Paraguay sería una forma de empujar a los correntinos a la guerra contra Buenos Aires. 

Debió ser en este tiempo, poco antes de la caída de Dorrego, cuando Pedro Ferré sitúa el intento de engaño del Gobernador de Buenos Aires. Ferré, Gobernador de Corrientes en esa época, cuenta en sus Memorias que Dorrego le transmitió que Rivera deseaba encabezar junto a él y con ayuda correntina la expedición contra Paraguay, y que a Rivera le dijo lo mismo sobre él. Sin embargo, tanto Ferré como Rivera se dieron cuenta de las intrigas de Dorrego que tenían como objeto sacar al segundo de las Misiones Orientales. 

Esto también queda reflejado en una carta que Rivera dirigió a Espinosa a finales de noviembre. En ella Rivera se mostraba sorprendido de que en Buenos Aires se insistiera tanto en que fuera él el que encabezara la pelea contra los paraguayos y el que le quitara el bastón al Dr. Francia. 

Poco antes Espinosa había escrito a Rivera para pedirle que desalojara Misiones. A continuación, le decía que el Gobierno le concedería cuanto pidiera para la empresa del Paraguay. Sin embargo, Rivera ya se había decidido por completo a no emprender esa expedición. En enero de 1829 Rivera escribió a Espinosa diciéndole que “la expedición al Paraguay es un asunto” del que ya no hay que hablar ya que es una empresa “verdaderamente quimérica”. 

Lo último que sabemos sobre la campaña de Paraguay es sorprendente. Según una carta de Francia fechada en marzo, Rivera, a través de Ferré, le había comunicado los planes porteños para invadir Paraguay. Creía Francia que con esto Rivera quería que no se formara un mal juicio sobre él.

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