A mediados de 1815, en el marco de la Guerra de Independencia de las Provincias del Río de la Plata y de las Guerras Civiles entre federalistas y unitarios nació un pueblo, Purificación, el campamento-capital de la Liga de los Pueblos Libres formada por José Gervasio Artigas, el cual había sido nombrado el 25 de abril de 1815 por el Cabildo de Montevideo “Patrono y Protector de la Libertad de los Pueblos”.
Desde febrero de 1815 existía el temor a una expedición española que se dirigiera al Río de la Plata con el objetivo de reconquistar aquel territorio, por ello a partir del 2 de mayo el Cabildo de Montevideo tomo varias medidas defensivas, entre ellas confinar en el interior de la provincia a los españoles de la ciudad que no se adhirieran a los ideales de la revolución, y que mejor sitio para vigilar a estos potenciales enemigos que el lugar donde acampaba el ejército patriota.
Así, el 28 de junio, desde Paysandú Artigas dio una orden, que pronto se extendió a los demás territorios de la Liga, para “tomar providencias sobre los europeos que se hallan en esos destinos, para reunirlos con los demás que están formando un pueblo por mi orden”.
Este pueblo, situado cerca de la confluencia del Arroyo Hervidero con el río Uruguay, a unos 30 kilómetros al sur de Salto, estaba en un lugar estratégico, junto a una vía de comunicación fluvial, en una situación central, a medio camino entre todos los territorios que estaban bajo la egida de Artigas y desde el que acudir más rápidamente a la defensa de cualquier territorio de la Liga.
Y aunque su localización exacta aún es dudosa, algún historiador menciona haber visto en la zona un foso que, en época de Artigas, constaba en cada una de sus esquinas con un baluarte artillado. Investigaciones recientes, en base a algunos restos arqueológicos, sitúan Purificación en la conocida como “Tala de Artigas”.
A mediados de 1815 el peligro de invasión española ya se había disipado, por lo que los desterrados que llegaban a Purificación ya no lo hacían por seguridad, sino más bien para purgar sus crímenes contra la nueva nación, de ahí quizás el nombre del sitio, que en palabras de Artigas “es el lugar destinado para su purificación”. Allí, donde estaba previsto que arraigaran y cultivaran la tierra, fueron conducidos desde finales de mayo sobre todo los más notables, junto a sus bienes y familias, aunque fueron muchos los huidos, excluidos e indultados.
Sobre Purificación, donde fueron asentados aquellos desafectos al nuevo sistema, surgió una leyenda negra que calificaba al lugar como “de pasados dolores, de pálidas enfermedades, (…) de la harapienta pobreza...”, un lugar donde existían cepos, se degollaba, se azotaba y se enchalecaba. Sin embargo, los expertos en el tema niegan el maltrato a los confinados, aunque esto contrastaría con algunas fugas documentadas.
Para la construcción de Purificación Artigas solicitó en varias ocasiones materiales y herramientas a Montevideo. Más adelante pidió distintos elementos para crear una escuela y una iglesia.
Un comerciante inglés contaría que Artigas “tenía alrededor de 1.500 seguidores andrajosos en su campamento que actuaban en la doble capacidad de infantes y jinetes. Eran indios principalmente sacados de los decaídos establecimientos jesuíticos, admirables jinetes y endurecidos en toda clase de privaciones y fatigas”, y añadía que al principio el campamento de Artigas “lo formaban filas de toldos de cuero y ranchos de barro; y éstos, con una media docena de casuchas de mejor aspecto, constituían lo que se llamaba Villa de la Purificación”.
Sin embargo, gracias al comercio de cuero el lugar fue prosperando poco a poco. Muchas de las ganancias de aquel negocio eran invertidas en comprar armas y municiones, ya que desde el Cuartel General de Purificación se planeaba la resistencia contra el Directorio de Buenos Aires y contra los portugueses.
Pocas semanas después de la fundación de Purificación se reunió el Congreso de Oriente, también conocido como Congreso de los Pueblos Libres o Congreso de Arroyo de la China, al que acudieron diputados de la Banda Oriental, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe.
A partir de estas fechas es común que en la correspondencia se llame a Artigas Jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres, aunque es un título usado desde antes.
En septiembre, como podemos ver en la correspondencia de Purificación, Andrés Artigas arrebató a los paraguayos el pueblo de Candelaria y semanas más tarde vemos al Protector Artigas, tras los desórdenes ocurridos en Corrientes, poner orden en este territorio desde su Cuartel General, a donde fueron mandados algunos de los insurrectos.
Ya en 1816 tenemos muchas informaciones sobre como se organizó desde Purificación la defensa de la provincia, por ejemplo, el 26 de enero Artigas ordenó la creación de un Cuerpo de Milicias con vecinos de Santa Lucía y Yí que estaría bajo el mando de su hermano, Manuel Francisco. Un día más tarde solicitó armamento al Gobernador Miguel Barreiro y realizó gestiones ante el Cabildo de Montevideo para crear Escuadrones de Caballería.
En ese mes el Gobierno de Buenos Aires, con el que había buenas relaciones en ese momento, pidió tropas a Artigas para hacer frente a los españoles en las Provincias Interiores, los cuales habían aplastado al ejército de José Rondeau unas semanas antes en Sipe-Sipe, en la actual Bolivia. Artigas respondió lamentándose que se le considerase amigo en los momentos adversos y enemigo en los de conciliación.
También en aquella época podemos leer correspondencia entre Purificación y Montevideo sobre la campaña de vacunación contra la viruela que se estaba organizando en los territorios de la Liga.
Asimismo, en aquellas fechas, junto a muchos de sus hombres, fue enviado preso a Purificación el general porteño Juan José Viamonte, el cual había tomado Santa Fe el año anterior pero había sido derrotado en marzo. Igual suerte corrieron tiempo antes el barón Holmberg y algunos miembros del Cabildo de Montevideo.
Desde comienzos de verano podemos ver a Artigas preparar a la provincia contra la futura invasión portuguesa. Entre otras medidas, ordenó a Andrés Artigas ir a las Misiones Orientales y al Cabildo de Montevideo demoler las murallas si la ciudad estuviera en peligro de ser tomada. Asimismo, convirtió Purificación en el centro de recursos bélicos para todos los frentes y mandó el decomiso de los bienes de los portugueses de la provincia.
En junio la población de Purificación creció con la llegada de cientos de indios abipones y en julio Artigas, conocedor de la Declaración de Independencia de las Provincias Unidas durante el Congreso de Tucumán, escribió al Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón para comunicarle que la Banda Oriental hacía más de un año había enarbolado su estandarte tricolor y juró su independencia absoluta.
En estas fechas ya tenemos noticias de los primeros barcos corsarios armados contra los portugueses y los españoles. Durante los siguientes meses fueron expedidas nuevas patentes de corso, como las dadas en Purificación en septiembre y noviembre de 1817 a Amado Rosignele y al estadounidense John Clark.
En agosto llegaron desde Buenos Aires auxilios bélicos a Purificación, sin embargo, Artigas reprochó a Pueyrredón el ataque del porteño Eustoquio Díaz Vélez a Santa Fe. Poco después, Viamonte, preso en Purificación, escribió a Pueyrredón sobre la conveniencia de que todas las provincias hicieran causa común contra la invasión portuguesa.
Mientras tanto los portugueses comenzaron a invadir la Banda Oriental por el norte. Desde Purificación José María Gorgonio Aguiar solicitó caballos a Corrientes e informaba que Artigas, que había decicidio llevar la guerra al territorio brasileño, se encontraba sobre el Ibirapuitã, en Río Grande del Sur.
A finales de octubre, en Carumbé, Artigas fue duramente derrotado y en noviembre el Protector decidió concentrar en Purificación los mayores recursos para enfrentar la invasión portuguesa, que desde el norte y la costa avanzaban por territorio oriental.
A principios de enero de 1817, tras la Batalla de Arapey, llegó a Purificación la noticia de la dura derrota del Catalán frente a los portugueses, de la cual Artigas responsabilizó a los correntinos y entrerrianos. Artigas de inmediato comenzó a reunir más fuerzas, aunque nada pudo hacer para evitar la capitulación de Montevideo. La guerra siguió aquel año y los reos, algunos para servir en el ejército artiguista, fueron llegando a Purificación durante esos meses.
En julio Artigas escribió al Dr. Francia, Dictador de Paraguay, proponiéndole unir fuerzas contra los portugueses. Poco después, se firmó en Purificación un Convenio de Libre Comercio con los ingleses y desde finales de año podemos ver en la correspondencia emanada desde Purificación el inicio del conflicto con Buenos Aires en la provincia de Entre Ríos.
En las primeras semanas de 1818 Artigas sigue en Purificación planificando la guerra contra los portugueses. Hacia mediados de marzo el Protector evacuó Purificación definitivamente y se trasladó a Guaviyú. A principios de abril el portugués Joaquim Xavier Curado informaba de su llegada a Purificación, donde izó la bandera portuguesa y donde las fuerzas luso-brasileñas permanecieron durante los siguientes meses. Luego, el campamento de Purificación quedó abandonado. La guerra aún duraría dos años más y Artigas acabó por refugiarse en Paraguay.
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