jueves, 26 de septiembre de 2024

MÉXICO Y EL ARMA SECRETA JAPONESA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Como hemos visto en otros videos, pese a la distancia, América también se vio envuelta en la Segunda Guerra Mundial. Así, podemos mencionar los ataques a barcos en el Caribe, o los bombardeos de una isla puertorriqueña y de un puerto costarricense, sin embargo, es muy poco conocida la llegada a México de globos-bomba japoneses en 1945. 

Todo empezó en 1942, ya comenzada la Guerra del Pacífico y tras los primeros bombardeos estadounidenses de Japón. Para devolver el golpe los japoneses se propusieron atacar suelo estadounidense y para ello rescataron un viejo proyecto de los años '30, el de los Fu-Go, globos capaces de transportar y lanzar bombas. En un principio los globos debían ser lanzados desde submarinos, pero la idea fue descartada y se optó por lanzarlos desde suelo japonés y que la corriente en chorro que circula en dirección oeste-este sobre el océano Pacífico los llevara desde Japón hasta los Estados Unidos. 

Los globos, fabricados de papel y con un diámetro de 10 metros, constaban de un mecanismo que regulaba el hidrógeno que los hacía ascender, bolsas de lastre y un dispositivo de control de altitud, incluso algunos llevaban radiosondas para seguir su movimiento. En cuanto a la carga, los globos transportaban varios dispositivos incendiarios y una bomba antipersona o, en otros casos, una bomba incendiaria que debían dejar caer. A este tipo de globo, el A, hay que sumar el desarrollado por la Armada del Japón, hecho de seda y recubierto de goma, conocido como Tipo B. 

Finalmente, los globos-bomba comenzaron a ser lanzados desde principios de noviembre de 1944 desde varias estaciones de lanzamiento al este de Honshu, la principal isla de Japón. La ofensiva nipona se extendió hasta abril de 1945, cuando se agotaron todos los recursos para fabricar nuevos globos, aunque estos siguieron llegando a Norteamérica durante las siguientes semanas. Durante aquellos meses se cree que fueron lanzados cerca de 9.300 globos. 

El primer globo se detectó en Hawaii a mediados de aquel mismo noviembre. Ya en diciembre varios fueron encontrados en distintos puntos de Estados Unidos. Durante los siguientes meses casi 300 globos que consiguieron llegar a Norteamérica fueron encontrados en las islas Aleutianas, Alaska, Canadá y sobre todo en el oeste y el noroeste de los Estados Unidos, siendo los estados de Washington, Oregón, Idaho y Montana donde se efectuaron más hallazgos, aunque hay noticias de varias decenas de globos que llegaron mucho más al este, como a Iowa, Texas e incluso Michigan. Sin embargo, a pesar del elevado número de globos llegados a Norteamérica solo se registró algún incendio y la muerte de una familia que encontró y manipuló una de las bombas, por lo que se puede decir que los globos japoneses no tuvieron el éxito esperado por sus creadores.

Por otro lado, a pesar de la magnitud de la ofensiva, la censura consiguió que la noticia de la llegada de los globos apenas trascendiera. El objetivo de este silencio era el de no crear alarma entre la ciudadanía y el de no dar pistas a los japoneses sobre el recorrido y la efectividad de su nueva arma. 

Solo a partir de mayo de 1945, cuando el ataque acabó, se comenzaron a publicar noticias sobre lo ocurrido. Así, a final de ese mes podemos leer en la prensa mexicana titulares como “Japón Ataca a Estados Unidos Usando Globos de Papel”. Días después se publicaron declaraciones de un portavoz militar japonés que amenazaba con atacar a los Estados Unidos con globos tripulados. Además, este portavoz afirmaba que los estadounidenses no eran sinceros en cuanto a los verdaderos daños que los globos habían causado en su territorio. 

A continuación, el 7 de junio, la prensa mexicana mencionaba una información estadounidense según la cual habían caído globos-bomba japoneses en México, aunque el subsecretario de la Defensa Nacional, Francisco Urquizo, declaró no tener noticias al respecto. Otro alto funcionario, el general Leobardo Ruiz, dijo que “en el caso de que los japoneses atacasen así el territorio mexicano, la Secretaría de la Defensa Nacional adoptaría contundentes medidas para controlar y neutralizar los efectos de tales globos”.

Sin embargo, a pesar de estas declaraciones, investigaciones posteriores revelaron que al menos tres globos cayeron en México. El primer globo del que tengamos noticias que llegara a México se encontró el 19 de marzo en Sonoyta, en el Estado de Sonora, cerca de la frontera con Estados Unidos. Según uno de los estudios sobre globos Fu-Go, se cree que el globo fue derribado por un avión de combate estadounidense. 

Un segundo globo fue encontrado el 28 del mismo mes en Laguna Salada, en el Estado de Baja California, también cerca de la frontera con Estados Unidos. Según una de las investigaciones, un avión de combate estadounidense derribó un globo al sur de Valle Imperial, California, aunque los restos se estrellaron al otro lado de la frontera, sin embargo, no se sabe si los restos fueron recuperados por los estadounidenses. Y es que podemos leer en uno de los estudios mencionados que los mexicanos, al no tener equipos de recuperación y al carecer casi de información, habían dado su aprobación a los estadounidenses para penetrar en su territorio sin previo aviso si había actividad de globos allí. 

Semanas después, el 20 de abril, un tercer globo fue encontrado en el Estado de Coahuila, aunque carecemos de más información. Tras este no hay más noticias confirmadas al respecto, aunque hay relatos orales que señalan que algún globo pudo llegar tan al sur como el Estado de Querétaro. 

De este modo México, que por entonces ya se encontraba en guerra con Japón, fue alcanzado de forma involuntaria por la que se considera la primera arma intercontinental de la historia.

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