Como vimos en otro video, entre 1816 y 1817 Juan Martín de Pueyrredón planeó invadir y anexar Paraguay a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Finalmente este plan no se realizó, pero no fue el último intento argentino de atacar Paraguay. El siguiente en intentarlo entre 1820 y 1821 fue el caudillo de Entre Ríos Francisco Ramírez.
A finales de septiembre de 1820 Ramírez había derrotado definitivamente a Artigas, este se había refugiado en Paraguay y él había creado la que se conoció como República de Entre Ríos. Es en este momento en el que comenzó a planear su ofensiva contra Paraguay.
Según las Memorias Póstumas del coronel Lucio Norberto Mansilla, el político y militar chileno José Miguel Carrera convenció a Ramírez para atacar Buenos Aires, como ya había hecho a principios de año, y derrocar a Martín Rodríguez, su Gobernador.
A continuación Ramírez invitó a Mansilla, al que había hecho Gobernador de Corrientes, a que le acompañara con la promesa de hacerlo Gobernador de Buenos Aires. Mansilla, natural de esta ciudad, no encontraba motivos para tal ataque, por lo que, para distraer a Ramírez le ofreció en su lugar invadir Paraguay. Otras versiones dicen que Ramírez tomó la decisión de atacar Paraguay cuando su Dictador, el Dr. Francia, se negó a liberar a dos de sus enviados e igualmente rechazó entregarle a Artigas.
Según se dice en las Memorias de Mansilla, este con 500 hombres de caballería, 1.000 de infantería y una pequeña flotilla invadiría Paraguay, cuyo comercio sería una fuente de prosperidad para la República Entrerriana. Otras fuentes dicen que Mansilla se ofreció a ir en vanguardia con su batallón de infantería, 200 hombres de caballería y la escuadra mandada por el Comandante de Marina italiano Manuel Monteverde.
Ramírez accedió “y Mansilla en consecuencia de esto hizo una asociación de propietarios de Corrientes, los que suscribiendo sesenta mil pesos en acciones se comprometían á socorrer las fuerzas que debían invadir el Paraguay, con quienes se comprometió Mansilla á entregar á un precio dado y módico la yerba, tabaco y maderas que cubriesen con gran utilidad de los accionistas el desembolso que deberían hacer”.
A finales de octubre Ricardo López Jordán, medio hermano de Ramírez y su futuro sucesor al frente de la República Entrerriana, le advertía de lo perjudicial de invadir Paraguay. Esta opinión contrasta con la de un hombre de Ramírez, el Coronel Ramón Cáceres, que pronosticaba buenos resultados a tan audaz campaña.
Paralelamente a los preparativos militares hay noticias de que Ramírez contactó con opositores a Francia para preparar una conspiración contra él, sin embargo, estas informaciones son negadas por algunos historiadores.
El 3 de diciembre Ramírez escribía a Estanislao López, Gobernador de Santa Fe, para que le proporcionara “500 milicianos, el escuadrón de dragones y el batallón de pardos y morenos” para tomar Paraguay, acrecentar su ejército con tropas paraguayas y luego recuperar la Banda Oriental, por entonces en poder de los portugueses. En la misma época Ramírez haría peticiones parecidas a Buenos Aires y a Juan Bautista Bustos, Gobernador de Córdoba, a pesar de que por entonces se encontraba distanciado de todos ellos.
Además de las fuerzas de tierra, algunas informaciones indican que se alistaron dos buques fuertemente artillados y varios lanchones bien armados. Enterados los paraguayos, se levantaron trincheras en Curupaytí y se enviaron hombres al Pilar.
A pesar de lo avanzado del plan entrerriano, cuando Ramírez supo del Tratado de Benegas entre Santa Fe y Buenos Aires, una alianza que representaba una amenaza contra él y contra sus planes, dudó a quien atacar primero, si a Francia o a López y Rodríguez.
Finalmente, según las Memorias de Mansilla el fraile José Benito Monterroso, antiguo colaborador de Artigas y ahora persona muy cercana a Ramírez, convenció al Supremo Entrerriano para que abandonara sus planes contra Paraguay y se dirigiera contra Buenos Aires. Este cambio de planes provocado por Monterroso también queda reflejado en el texto conocido como Relación de los sucesos de armas ocurridos en la provincia de Corrientes. Aún así, Ramírez siguió tomando medidas contra Paraguay. Por ejemplo, en marzo de 1821 prohibió el comercio con aquel territorio.
De poco después es una carta de Rodríguez a López en la que le cuenta que Manuel de Sarratea, antiguo Gobernador de Buenos Aires, había ofrecido a Ramírez 800.000 pesos, 2.000 negros y armamento para hacer la guerra a Paraguay una vez les hubiera vencido. Sin embargo, la muerte de Ramírez durante su guerra con Rodríguez y López acabó con la amenaza sobre Paraguay, al menos de momento.
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