jueves, 1 de septiembre de 2022

1843-1844, LA COLONIA BELGA DE BOLIVIA

Tras la Independencia Bolivia, al igual que otras repúblicas, buscó colonizar terrenos vírgenes con trabajadores especializados de origen europeo. En los años '20 ya hubo un intento de establecer una colonia de irlandeses, aunque no fue hasta 1843 cuando más cerca se estuvo de crear en suelo boliviano una gran colonia europea, en este caso belga. 

El 17 de diciembre de 1843 Vicente Pazos, cónsul general de la República de Bolivia en Londres, firmó en París un Tratado de colonización con Louis Henri Obert, agente general de la Compañía Belga de Colonización, sociedad fundada bajo el patronato de Leopoldo I. 

En el primer artículo del Tratado se decía que la Compañía Belga de Colonización fundaría en Bolivia una comunidad agrícola, industrial y mercantil bajo los mismos principios de la colonia belga de Santo Tomás en Guatemala, fundada ese mismo año. 

En los siguientes artículos se dice que la entidad colonizadora, con una duración de noventa años, se llamaría “Comunidad Boliviana” y estaría bajo la protección del Gobierno de Bolivia. Esta Comunidad se compondría del Gobierno Boliviano, de la Compañía Belga y de los accionistas y trabajadores de dicha Comunidad. 

Más adelante se dejaba claro que el objetivo de la Comunidad era desarrollar la agricultura, la industria y el comercio en distintas provincias de Bolivia, así como establecer puertos y desarrollar la comunicación con Estados Unidos y Europa a través del Amazonas. 

En el artículo décimo se establecía que Bolivia cedería un millón de acres en uno o varios lotes, incluidas las minas que hubiera en esos territorios. Más adelante se disponía que entre los colonos deberían haber ingenieros, químicos o contables, los cuales serían naturalizados de inmediato, por lo que gozarían de todos los derechos civiles y políticos. 

También se eximía del pago de cualquier impuesto durante quince años a los futuros colonos, así como del servicio militar, aunque deberían servir en la Guardia Colonial, un cuerpo que se formaría para el sostén del orden y la defensa de la Comunidad. 

Otra de las prerrogativas de esta sociedad colonizadora sería la tener el monopolio de la navegación de vapor por los ríos bolivianos durante quince años. A continuación se estableció una larga lista de privilegios y concesiones para la “Comunidad Boliviana” y la Compañía Belga. 

Semanas más tarde, el 6 de febrero de 1844, el Tratado fue ratificado en Bruselas, para, a continuación, ser su contenido debatido en el Congreso de Bolivia en el otoño siguiente. De estos debates emanó el 12 de noviembre un decreto del presidente José Ballivián en el que se introducían una serie de modificaciones en el Tratado original, entre ellas se reducía de noventa a sesenta años la duración de la Comunidad. Seguidamente, el 10 de diciembre, un decreto aprobaba el Tratado con estas modificaciones. 

Sin embargo, la Compañía Belga no aceptó estas modificaciones entregadas tiempo después por Pazos y todo el proyecto se frustró, aunque como veremos en otros videos, este no sería el último proyecto colonizador en Bolivia. 

Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos

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