viernes, 4 de abril de 2025
LAS ESCLAVITUD DE LOS INDIOS CARIBES POR LOS ESPAÑOLES
Como vimos en otro video desde los inicios de la historia de la América española se tomaron varias medidas para evitar la esclavitud indígena, sin embargo, en la práctica esta siguió existiendo hasta el siglo XIX, siendo los indios caribes de las Antillas Menores uno de los pueblos más perseguidos debido a su belicosidad.
Una de las primeras noticias que tenemos sobre la esclavización de los indios caribes es de 1509. En ese año el conquistador y explorador Juan Ponce de León dirigió una expedición a la isla de Santa Cruz, donde tomó a indios caníbales, es decir, caribes.
Tiempo más tarde, en julio de 1511, el rey Fernando, en nombre de su hija Juana, dispuso en una Real Provisión que los vecinos de las islas de San Juan, el moderno Puerto Rico, y La Española pudieran hacer la guerra a los caribes de las islas de la Trinidad, de los Barbudos, de la Dominica, de los puertos de Cartagena y de otras islas, y que se les pudiese cautivar y tenerlos por esclavos, venderlos y aprovecharse de ellos, aunque sin poderlos sacar de las Indias. Esta medida se justificaba por la resistencia caribe a adoptar la fe católica, por la muerte de varios cristianos, por hacerles la guerra a los castellanos, por comer la carne de los indios que servían a estos y por los ataques a la isla de San Juan. En ese mismo mes el rey aprobó el plan de Diego Colón, hijo del descubridor de América, para destruir a los caribes de la isla de Santa Cruz.
De tiempo después, del 23 y del 24 de diciembre de ese año, son una Real Cédula y una Real Provisión del rey Fernando en las que, basándose en las mismas justificaciones que la anterior disposición, dio “licencia y facultad a todas y cualesquier personas que con mi mandado fueren así a las islas y tierra firme del mar Océano […] y los puedan cautivar y cautiven […] y para que los puedan vender...”.
De esa misma época aproximadamente es otra Real Cédula en la que podemos leer lo siguiente: “parece que conviene destruir los dichos caribes lo mas presto que se pueda, y así, he dado licencia para que todos se armen contra ellos, y los puedan tomar por esclavos […] y venderlos en las Indias;...”.
Poco más tarde, el 22 de febrero de 1512, el rey Fernando hizo merced a los moradores de la isla de San Juan, como ya lo había hecho con los de La Española, de poder ir con licencia a las islas habitadas por los caribes para tomarlos y tenerlos a su servicio ellos y sus herederos. Un día más tarde, el rey informaba de la licencia dada a los vecinos de La Española para hacer la guerra a los caribes, cautivarlos y destruirlos para que dejaran aquella isla en paz, y daba permiso a las autoridades de la isla de San Juan para hacer lo mismo.
Fruto de estas licencias, los castellanos llevaron a cabo una expedición contra los caribes de la que habla Diego Colón en una carta fechada en junio de 1512. Según cuenta el Almirante, “cerca de la isla de San Juan hay ciertas islas de indios caribes que comen carne humana y bravos los cuales hacen mucha guerra a los que estan en la isla de San Juan, y aun con su favor los indios de aquella isla se han levantado; y ahora su alteza ha mandado que todos los que quisieren hacer guerra a estos caribes la pueden hacer y tomarlos por esclavos; y ciertos vecinos de esta isla y mercaderes se han juntado y hecho una armada en que llevan cuatro naos y dos bergantines y cuatrocientos hombres bien provistos de armas y bastimentos y todo lo demás necesario;...”.
Un año más tarde Diego Colón recibió la orden de enviar una armada a Tierra Firme, a El Darién, en el istmo de Panamá, a rescatar perlas, tomar caribes y a comprobar que los portugueses no estuvieran violando los límites de la Corona de Castilla.
A continuación, de 1514 y 1515, son varios documentos en los que se ordena a Juan Ponce de León que prepare una armada contra los caribes. En uno de estos documentos se señala que “hay grandísima necesidad para la pacificación y seguridad de la isla de San Juan, y para proveer la isla Española de los esclavos que se tomaren de los dichos caribes”. Luego, en las instrucciones que se daban a Ponce de León, se decía que la armada se dirigiría a las islas de los Caribes, de donde la isla de San Juan recibe mucho daño, para destruir y cautivar todos los caribes que se pudiese. De los caribes cautivados dos tercios debían ser enviados a la Española y vendidos en nombre del rey, mientras que el tercio restante debía ser repartido entre los miembros de la expedición. Asimismo, el rey Fernando pedía que se le enviaran doce de esos caribes para que le informaran de las cosas de allí.
Sin embargo, esto no fue del todo posible. Según cuenta el cronista Antonio de Herrera, a mediados de 1515 los caribes de la isla de Guadalupe, a los que el rey había declarado enemigos, emboscaron a la gente de Ponce de León, matando a varios hombres y capturando a las mujeres, teniendo los castellanos que regresar a toda prisa a la isla de San Juan.
Tras esta hubieron otras expediciones, como la de Pedrarias Dávila y la armada de Tierra Firme, aunque carecemos de más información al respecto. Más tarde, en 1519, se dio licencia al sevillano Rodrigo del Castillo para que pudiera recorrer la isla de la Trinidad y las demás islas y llevar a las Española esclavos caribes.
Luego, en 1527, enterado el rey Carlos de las incursiones de los caribes en la isla de San Juan y otros lugares, se expidió una Real Cédula en la que se permitía hacer la guerra a los caribes de las islas y de Castilla de Oro por los daños que ocasionaban en las islas, a los cristianos españoles y a los indios naturales de ellas. Además, se facultaba a los vecinos de esas islas para armarse e ir contra los caribes, a los que podían “prender y tener por tales esclavos, porque, demás de ser cosa justa hacerles guerra y prenderlos y tenerlos por tales esclavos, pues ellos la hacen y no vienen a nuestra obediencia y servicio como son obligados,...”.
Más tarde, en 1532, se ordenó a Antonio Sedeño, gobernador de Trinidad, que hiciera la guerra a los caribes, los cuales, por mandato real, podían ser esclavizados. Un año después, el rey, siguiendo las disposiciones de su abuelo, dio permiso a los vecinos de la isla de San Juan para hacer la guerra a los caribes. Así, tras un tiempo en suspenso la guerra, Carlos permitió reanudarla y esclavizar a los caribes de las islas de la Trinidad, Guadalupe, la Dominica, Tabaco y otras, por los daños que estos hacían y sus ofensas a Dios.
A continuación, en 1535, tras un ataque caribe cerca de isla de Margarita en el que fueron cautivados varios españoles, el rey dio permiso para que se les hiciera la guerra, se les pudiese tener como esclavos y se les pudiese herrar.
Años más tarde, en 1558, se expidió una Real Provisión que, obviando las Leyes Nuevas, daba licencia a los vecinos de La Española para hacer la guerra a los indómitos caribes, los cuales podían ser tenidos como esclavos. Tiempo después, en 1569, los vecinos de la isla de San Juan, fruto de sus peticiones, obtuvieron del rey Felipe II licencia para hacer la guerra a los caribes y poder hacer esclavos a los hombres mayores de catorce años y a las mujeres de cualquier edad.
Tras esto, seguimos encontrando en los siglos XVII y XVIII algunas noticias sobre la esclavitud de indios caribes o de pueblos a los que se llamaba caribes, siendo quizás las últimas las de 1756 y 1781. En la primera, una Real Cédula recordaba que ningún indio de América, salvo los caribes, podía sufrir esclavitud. En la otra se informaba que en la Provincia de Nicaragua habían sido capturados unos 60 caribes.
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