Como hemos visto en otros videos, a lo largo de la historia de América se han dado innumerables conflictos diplomáticos producidos por todo tipo de causas, resultando algunos insólitos por los motivos que los ocasionaron. Este es el caso del conflicto franco-peruano provocado por las pruebas nucleares francesas llevadas a cabo en el Pacífico Sur.
Todo comenzó en 1963. Ese año el gobierno peruano tuvo conocimiento de que Francia estaba construyendo en la Polinesia Francesa instalaciones para realizar pruebas nucleares. En esas fechas Perú, Nueva Zelanda y Australia protestaron y pidieron explicaciones a Francia al respecto. En el caso de Perú, las autoridades de este país se mostraron preocupadas por los efectos que esas pruebas pudieran tener en los recursos marinos.
Más tarde, en 1966, las autoridades peruanas protestaron y denunciaron la peligrosidad de aquellas pruebas. Días después, la Cámara de Diputados de Perú las condenaron y las calificaron de “amenaza para la paz mundial”.
A pesar de las protestas, Francia realizó varias pruebas nucleares entre 1966 y 1968, provocando nuevas quejas peruanas. Entre 1970 y 1971 se llevaron a cabo más de una docena de nuevas pruebas, lo que llevó al gobierno de Juan Velasco Alvarado a enviar un ultimátum al presidente francés Georges Pompidou en agosto de 1971. En este ultimátum podemos leer:
“en resguardo de la salud, seguridad y supervivencia de su pueblo, ante los efectos perjudiciales que originan las explosiones nucleares que realiza Francia en [el atolón de] Mururoa, reitera su más enérgica protesta”.
A continuación, se requería a Pompidou la suspensión inmediata de las pruebas nucleares, de lo contrario, el Gobierno de Perú rompería relaciones diplomáticas con el Gobierno de Francia.
Un año más tarde, en 1972, varios países de la región apoyaron a Perú y condenaron las pruebas nucleares francesas por el peligro que representaban para el hombre y para la naturaleza.
Tiempo después, en 1973, leemos en prensa que el embajador francés en Lima recibió amenazas a raíz de las pruebas nucleares en la Polinesia, materializándose estas a principios de julio cuando una bomba explotó en los exteriores de la embajada francesa.
Semanas más tarde, el 21 de julio, Francia llevó a cabo el test Euterpe en el atolón de Mururoa, en el archipiélago de Tuamotu. Dos días después, el 23, Velasco propuso a los presidentes de Ecuador y Colombia el rompimiento conjunto de relaciones con Francia. Ese mismo día y como resultado del ultimátum de 1971, el Gobierno de Perú rompió relaciones diplomáticas con Francia al considerar que los franceses habían desoído sus reiteradas protestas y que aquellas pruebas ponían en riesgo la salud de los peruanos, aunque el ministro Edgardo Mercado Jarrín puntualizó que la ruptura diplomática no afectaría a las relaciones comerciales.
Sin embargo, esto no hizo mella en los ánimos franceses y el ministro de Asuntos Exteriores francés Michel Jobert anunció que las pruebas proseguirían, como así fue el día 28 de julio y varias veces más durante las siguientes semanas.
El día 31 leemos en prensa que el Gobierno de Perú estaba dispuesto a reanudar las relaciones diplomáticas con Francia, siempre y cuando este país suspendiera las pruebas nucleares en la Polinesia.
Poco después, el 3 de agosto, varios países de América, el conocido como Grupo Andino, volvieron a protestar por las pruebas nucleares atmosféricas que consideraban “contrarias a los altos intereses de la paz y seguridad internacional”.
Días más tarde podemos leer en prensa las declaraciones de un médico peruano que aseguraba que, tras las pruebas nucleares francesas, en Lima habían aumentado las enfermedades respiratorias, oftálmicas y dermatológicas.
Finalmente, hay que señalar que a pesar de las protestas peruanas las pruebas nucleares francesas continuaron durante las siguientes décadas, lo que no impidió que las relaciones entre ambos países se reanudaran en agosto de 1975.
Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/@mhistoria6088/videos
No hay comentarios:
Publicar un comentario