A mediados de 1836, tras la victoria texana de San Jacinto en abril y la firma de los tratados de Velasco en mayo, la guerra entre México y Texas parecía haber acabado con la victoria texana y su independencia de facto, sin embargo, a partir de ese momento comenzó una nueva fase del conflicto. Los texanos, previendo una nueva invasión mexicana, utilizaron su pequeña marina y a corsarios para hostigar las costas de México y así dañar su comercio.
Uno de estos corsarios fue la goleta Thomas Toby. Este buque originalmente fue el navío mercante de Nueva Orleans De Kalb, rebautizado posteriormente como Thomas Toby en honor del agente texano de igual nombre que actuaba en aquella ciudad. Según algunas fuentes el primer capitán del buque fue un tal Suares, aunque quien lo comandó durante sus ataques a México fue Nathaniel Hoyt. De acuerdo a informaciones mexicanas, la tripulación del navío corsario ascendía a 30 hombres y su armamento estaba compuesto por un cañón giratorio, otros dos pequeños cañones llamados esmeriles, fusilería y armas blancas.
A finales de septiembre la Thomas Toby, también conocida como Tom Toby, partió del puerto texano de Velasco e inició su primera incursión en aguas mexicanas. Durante los siguiente días recorrería Sisal, Campeche, Veracruz, Tampico y Matamoros. En Tampico, el día 4 de octubre, la Thomas Toby capturó fuera del alcance de los cañones del puerto un mercante mexicano llamado Segunda Juana, cargado, entre otras cosas, de puros, cacao y aguardiente, y lo envió a Galveston.
A continuación la Thomas Toby bombardeó Tampico, a lo que los mexicanos respondieron de la misma manera. Tras esto, los tampiqueños se concentraron en la orilla del río con la intención de repeler un supuesto ataque. Luego, el capitán de la Thomas Toby retó al comandante de Tampico a batirse con cualquier barco mexicano que hubiera en el puerto, pero al no obtener respuesta, se retiró.
De Tampico la Thomas Toby navegó al puerto yucateco de Sisal donde el día 12, haciéndose pasar por un buque inglés, los corsarios abordaron y capturaron un bergantín de México llamado Mexicano cargado de café y azúcar. Luego los “piratas tejanos”, como eran llamados por los locales, abandonaron el puerto bajo el intenso fuego de los mexicanos. Tras esto, los corsarios y su presa navegaron hasta Velasco.
Durante los siguientes meses, entre tormentas, reparaciones y motines, la Thomas Toby permaneció en aguas de Luisiana. Tras este tiempo de inactividad, la nave volvió al servicio en la primavera de 1837 durante el bloqueo mexicano de la costa texana.
En mayo la Thomas Toby realizó una nueva incursión en las costas de Yucatán y Campeche. Partiendo de su base texana la Thomas Toby atravesó el Golfo de México hasta aguas yucatecas. Según el Diario del Gobierno, la mañana del día 24, el buque corsario se acercó con bandera estadounidense al pueblo de Sisal e intentó abordar un mercante, pero al darse cuenta de que se trataba del navío español Emilio abortó el ataque. Pero en ese momento se aproximó al Emilio la canoa mexicana Sabina, a la que los corsarios si capturaron.
Según la versión mexicana, mientras esto sucedía, el corsario estaba fuera del alcance de los cañones del puerto, pero los texanos dijeron que las balas mexicanas llegaron a atravesar sus velas. A continuación la Thomas Toby arrió la bandera estadounidense, izo la texana y puso rumbo a Campeche.
Tiempo después, en Campeche, la Thomas Toby encontró al bergantín mexicano Fénix mientras este se hallaba cargando sal en las salinas próximas al pueblo de Celestún y tras perseguirlo durante dos horas lo capturó. Como vemos en la prensa texana, el Fénix y su cargamento de sal fueron enviados a Galveston. Allí incluso se pensó en reconvertir el bergantín mexicano en una nave de guerra texana.
Luego el corsario texano volvió a Sisal donde la mañana del día 31 tomó una canoa en la que envió a tierra a varios tripulantes del Fénix. Según estos la Thomas Toby intentó capturar a la goleta mexicana Correo de Campeche, pero al ver al navío español Emilio y confundirlo con un buque de guerra que le perseguía, decidió retirarse.
Días después, el 2 de junio, la Thomas Toby persiguió a la goleta mexicana Eulalia que se dirigía de La Habana a Sisal. Según se publicó, el corsario texano alcanzó a la Eulalia y abrió fuego, por lo que su capitán se vio en la necesidad de embarrancar su nave entre los pueblos de Santa Clara y Telchac, pero consiguiendo salvar a la tripulación, a los pasajeros y el cargamento.
Tras esto, la Thomas Toby regresó a Texas y la siguiente noticia que tenemos del buque corsario es que se hundió en Galveston a principios de octubre debido a un huracán.
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