jueves, 29 de julio de 2021

DECRETO DE 28 DE ABRIL DE 1902.

 


Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos

LOS COLONOS BOERS DE ARGENTINA

A lo largo de su historia, Argentina ha recibido pobladores de muchos lugares, especialmente conocida es la llegada de españoles e italianos, pero hubieron minorías cuya presencia en el país sudamericano es más desconocida, como es el caso de los Boers que arribaron a la Patagonia desde Sudáfrica a principios del siglo XX. 

Los Boers comenzaron a llegar a la actual Sudáfrica a mediados del siglo XVII. Provenían principalmente desde los Países Bajos y Alemania, pero también llegaron hugonotes franceses. Desde finales del siglo XVIII empezaron a llegar los británicos que entraron en rivalidad con los Boers, los que finalmente migraron hacia el interior del país, donde fundaron varias repúblicas, siendo las más conocidas Transvaal y el Estado Libre de Orange. Pero aún así, el conflicto con los británicos fue inevitable. Entre 1899 y 1902 tuvo lugar la Segunda Guerra Boer, un conflicto cruel incluso para la época, en el que los británicos hicieron uso de campos de concentración, y que acabó con la derrota definitiva de los Boers, por lo que muchos de ellos decidieron migrar o exiliarse a otros lugares, como fue el caso de la lejana Argentina. 

Hacia finales de la guerra comenzó Argentina, a través de comisionados, a hacer propaganda en Sudáfrica en favor de la emigración a su territorio. Al mismo tiempo, en 1902, algunos Boers llegaron a Argentina buscando un buen territorio en el que asentarse. Entre ellos se encontraban Louis Baumann y el italiano Camilo Ricchiardi, que llegó a visitar los territorios de Santa Cruz y Neuquen. Finalmente, el lugar elegido fue el Territorio Nacional de Chubut, un lugar incorporado a Argentina solo unos años antes durante la “Conquista del Desierto”, al que, antes que los Boers, habían llegado colonizadores galeses. 

El primer grupo de Boers llegó a Chubut desde Buenos Aires en el navío “1º de Mayo”. Allí, el gobierno, mediante el Decreto del 28 de abril de 1902, les cedió 60 leguas de tierra, una parte en propiedad y la otra para su arrendamiento, donde los Boers se dedicarían a la agricultura y la ganadería. A esta colonia, situada cerca de Comodoro Rivadavia, se la bautizó como Colonia Escalante, en honor al ministro de Agricultura, Wenceslao Escalante. 

Según la prensa y algunos documentos de la época, las autoridades inglesas comenzaron una campaña de contrapropaganda para evitar esta emigración. En esta campaña se hablaba de las malas condiciones de la tierra, a la que calificaban como “insalubre”. Aún así, la llegada de los Boers no se detuvo. 

A comienzos de 1903 llegó un segundo grupo, bajo la dirección de Conrad Visser, formado por unas 30 familias que se asentaron cerca del lago Musters. Muchos de estos migrantes eran excombatientes y junto a ellos llegaron algunos de sus sirvientes africanos. Tiempo después algunos también se asentaron en Río Chico. Más tarde, a finales de 1905 llegaron casi 300 personas, pero la cifra aún estaba lejos de las 2.600 familias que se mencionaban en algunos documentos de unos años antes. 

Al parecer, la falta de agua fue un motivo continuo de queja entre los recién llegados, a los que la prensa, ya en 1906 llamaba “levantiscos”. Pero esta necesidad de agua tuvo una consecuencia inesperada, ya que la perforación para su búsqueda llevó al descubrimiento de petróleo. Entretanto, según algunas informaciones, siguieron llegando pequeños grupos, mientras otros, debido a los cambios políticos en Sudáfrica, decidieron regresar. En 1909 el conocido semanario “Caras y Caretas” informaba que solo en la Colonia Escalante había 1.200 pobladores llegados desde Sudáfrica dedicados al ganado ovino, caballar y vacuno. 

Sin embargo, a pesar de la relativa prosperidad que algunos alcanzaron, otros prefirieron repatriarse, en parte por las nuevas oportunidades creadas en su país de origen, en parte por la inestabilidad política argentina. Así, en los años 30 un buen número de boers regresaron a Sudáfrica con la ayuda de su gobierno. Pero muchos quedaron y hoy sus descendientes siguen viviendo en Chubut. Y no solo eso, varios lugares aún recuerdan a aquellos Boers, como Puerto Visser o Manantiales Behr, que llevan los nombres de algunos de los primeros migrantes llegados desde Sudáfrica. 

Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos

viernes, 16 de julio de 2021

CALÍGULA EN EL BREVIARIO DE EUTROPIO (VII, 12).

“(A Tiberio) le sucedió Gayo César, de sobrenombre Calígula, nieto de Druso, el hijastro de Augusto, y del propio Tiberio, el más criminal y pernicioso, que incluso superó las infamias de Tiberio. Emprendió la guerra contra los germanos, pero después de entrar en Suebia no llevó a cabo ninguna acción. Mantuvo relaciones incestuosas con sus hermanas, reconoció incluso a una hija nacida de una de ellas. Como fue inhumano con todos por su enorme avaricia, lascivia y crueldad, fue asesinado en palacio a los veintinueve años de edad, a los tres años, diez meses y ocho días de su reinado”.

Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos

10 HECHOS QUE NO SABÍAS SOBRE CALÍGULA.

Calígula fue hijo del renombrado general Germánico, querido y apreciado tanto por el pueblo como por el ejército que, tras la muerte de Augusto, trataron de hacerlo emperador. Durante su carrera militar sirvió brillantemente en Iliria, Germania y Oriente, y su muerte fue muy sentida por el pueblo. Calígula utilizó este cariño a su padre para asentarse en el trono. 

Cuentan las fuentes que Calígula mantuvo relaciones incestuosas con sus hermanas, Agripina la Menor, Julia Livila y Julia Drusila, aunque mostró una especial predilección con está última, a la que trataba abiertamente como a su legítima esposa. 

Como ya hiciera su bisabuelo, Augusto, Calígula hizo profanar la tumba de Alejandro Magno, pero a diferencia de aquel, en lugar de homenajearlo, tomó la coraza del macedonio y la usaba como vestimenta, como dice Suetonio. 

En el año 40 Calígula hizo venir a Roma Ptolomeo, rey de Mauritania. Según Suetonio, Calígula lo hizo matar por los celos que le causó que atrajera las miradas del público en el anfiteatro. En cambio, Dion Casio dice que fue debido a las riquezas de Ptolomeo. Por otro lado, Séneca dice que Ptolomeo fue arrestado y llevado a Roma. Este crimen fue especialmente grave ya que Ptolomeo era primo de Calígula. Mientras que Ptolomeo era nieto de Marco Antonio y Cleopatra, Calígula era bisnieto de Marco Antonio y de Octavia la Menor. 

Este mismo año, Suetonio y Dion Casio nos dicen que Calígula preparó todo para invadir Britania, pero que el último momento abortó la operación y ordenó a los soldados recoger conchas, como si fueran los despojos de su triunfo sobre el océano. A continuación mandó construir un faro y llevar las trirremes a Roma por vía terrestre. Para algunos historiadores modernos solo se trató de unas maniobras militares, para otros de una misión de exploración para una futura expedición. 

Cuenta Suetonio que Anzio, al sur de Roma, fue probablemente el lugar en el que nació Calígula y que por eso sentía un especial apego hacia ese lugar, tanto, que en los últimos meses de su reinado tenía planeado “trasladar allí el asiento y residencia del imperio, pues se hallaba hastiado de Roma”. Algo que el mismo autor repite en otro pasaje al decirnos que Calígula “tenía decidido trasladar su residencia a Anzio, y después a Alejandría...”. 

Nos cuentan Josefo, Tácito y otros que Calígula ordenó colocar una estatua suya en el Templo de Jerusalén lo que a punto estuvo de provocar una revuelta de los judíos, aunque, debido a su muerte, la estatua nunca fue colocada en el Templo. Según otras fuentes, Herodes Agripa fue el que convenció a Calígula para que no levantara la estatua en el templo, pero este dio una segunda orden para convertir el Templo en el Templo del Nuevo Júpiter, el ilustre Gayo. 

Calígula, que se creía por encima de los príncipes y de los reyes, comenzó a atribuirse la majestad divina y por ello hizo traer de Grecia las estatuas de los dioses para quitarles la cabeza y ponerles la suya. Una de estas estatuas fue la de Júpiter Olímpico, la que según Suetonio, a modo de prodigio anunciando la muerte del emperador, soltó una carcajada. 

Al tiempo que Calígula fue asesinado, también lo fue su cuarta mujer, Cesonia, y su única hija Julia Drusila, la que, según Suetonio, fue estrellada contra la pared. 

Tras su muerte, cuentan varios historiadores, entre sus pertenencias se encontró “un cofre enorme, lleno de diversos venenos, los cuales, cuando luego fueron arrojados al mar por Claudio, infectaron, según dicen, las aguas, causando la muerte de los peces, cuyos restos arrojó la marea sobre las playas cercanas”.

Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos

miércoles, 7 de julio de 2021

LA CONVENCIÓN ANGLO-PARAGUAYA DEL 23 DE ABRIL DE 1862

 





Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos

LA CUESTIÓN CANSTATT, EL CONFLICTO ANGLO-PARAGUAYO DE 1859-1862 | PARTE IV: EL CONFLICTO DIPLOMÁTICO

Como vimos en los videos anteriores, en 1859 los paraguayos descubrieron una conspiración para matar al presidente Carlos Antonio López, luego el cónsul británico pretendió entrometerse en los asuntos de Paraguay, tras lo cual, Gran Bretaña rompió las relaciones diplomáticas. A continuación, los británicos planearon atacar Paraguay, aunque finalmente solo hostigaron al Tacuarí y fracasaron en su intento de secuestrar a Francisco Solano López. En este cuarto y último video hablaremos de los casi dos años siguientes en los que Paraguay trató de solucionar el conflicto con los británicos, algo que no se consiguió definitivamente hasta bien avanzado el año 1862. 

En agosto de 1859, tras la salida de cónsul Henderson de Paraguay, como vimos en el segundo video, las autoridades paraguayas intentaron comunicarse con Lord John Russell, el Ministro británico de Relaciones Exteriores, pero este solo se remitió a las exigencias de Henderson. 

A principios de 1860 Francisco Solano López propuso al reconocido jurista uruguayo-argentino Carlos Calvo como enviado paraguayo a París y Londres con el objetivo de resolver el conflicto con los británicos. Calvo aceptó y presentó al gobierno una Memoria sobre el asunto. 

En febrero de 1860, el Ministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Nicolás Vázquez, escribió a Lord Russell para comunicarle que deseaba que las relaciones de amistad entre ambos países se restablecieran, para lo cual sería enviado Carlos Calvo. En abril, Calvo intentó acreditarse ante Russell, pero este se negó a recibirle, alegando que no lo haría hasta que no se hubieran satisfecho las reclamaciones que Henderson había presentado el agosto anterior, a pesar de que Canstatt ya era libre. 

Calvo solo consiguió reunirse de forma no oficial en mayo con Lord Wodehouse, subsecretario de negocios extranjeros, el cual, entre otras cosas, dijo que Gran Bretaña podría hacer un gran daño a Paraguay capturando todos sus vapores. Añadiendo que el gobierno de Su Majestad lamentaba que las naves británicas no hubieran conseguido apoderarse de Francisco Solano López durante el ataque al Tacuarí. 

A continuación, Calvo envió a Russell un informe del eminente jurisconsulto Robert Phillimore, el cual daba la razón a los paraguayos y recomendaba que la cuestión se presentara al Consejo Privado de Su Majestad. Así mismo, Calvo envió a Russell una copia de la partida de nacimiento de Canstatt en la que se demostraba que había nacido en Montevideo. Sin embargo, los británicos ignoraron ambos documentos y la recomendación de Phillimore. 

A principios de julio, Wodehouse incluso se negó a recibir a Calvo. Y cuando la cuestión parecía enfriarse, Calvo envió en septiembre a Russell un Memorándum en el que se hacia un repaso pormenorizado de todo el conflicto anglo-paraguayo. Russell respondió a Calvo en octubre con un Contra Memorándum en el que insistía en hechos probadamente falsos, como la nacionalidad británica de Canstatt. Tras esto, Calvo respondió desmontando todos los argumentos de Russell, aunque seguía apostando por una salida amistosa a la crisis. 

A finales de año, Nicolás Vázquez escribió a Calvo para que pusiera en conocimiento del Emperador de los Franceses el asunto, lo que podría favorecer a Paraguay. Ya en 1861, el intercambio de notas entre paraguayos y británicos continuó sin que ninguna de las partes se moviera lo más mínimo de sus posiciones. En estos meses también hubieron nuevas consultas al jurisconsulto Phillimore, así como al francés Édouard Drouyn de Lhuys, el cual coincidía con el primero en que los paraguayos estaban en la posesión de la razón. 

A continuación, Calvo solicitó la intervención de la diplomacia francesa, así como una reunión con Lord Parlmerston, Primer Ministro británico, pero en ambas ocasiones no tuvo el éxito esperado, ya que ni Russell ni Parlmerston quisieron reunirse con él, señalando este último que el asunto debería resolverse en Paraguay. 

Paralelamente a lo que sucedía en Europa, en América Edward Thornton, ministro plenipotenciario británico en la Confederación Argentina, llegó a sugerir el embargo de la yerba mate paraguaya a su paso por los puertos de Paraná y de la Plata. Posteriormente fue a Paraguay con el objetivo de solucionar la cuestión del Little Polly. 

El incidente del Little Polly había tenido lugar el 11 de julio de 1858, cuando este mercante inglés chocó con el vapor Tacuarí y se hundió en el río Paraguay, cerca de Villa Oliva. Según algunas interpretaciones, conseguir una indemnización por el hundimiento Little Polly fue lo que llevó a los británicos a alcanzar un acuerdo con Paraguay por el resto de cuestiones. Así, el 23 de abril de 1862 se firmó en Asunción una Convención entre Thornton y Francisco Sánchez, nuevo Ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, por la que se zanjaba toda la Cuestión Canstatt. 

En esta Convención se acordó primero que Gran Bretaña nunca tuvo la intención de interferir en los asuntos paraguayos. Segundo, que el ataque al Tacuarí sucedió sin el consentimiento de las autoridades británicas, aunque como vimos en la tercera parte, esto era una falsedad que se eliminó posteriormente en la Convención Definitiva de octubre. Tercero, que Paraguay en sus contestaciones a Henderson no tuvo la intención de ofenderle a él ni al gobierno de Su Majestad. Y por último, se acordó un cuarto punto, en el que Paraguay accedía a pagar una indemnización 2.370 onzas de oro por el hundimiento del Little Polly, aunque no reconocía ninguna culpabilidad en el suceso, lo hacia para evitar el largo proceso. 

Finalmente, con algunas modificaciones respecto a la anterior, William Doria, encargado de negocios británico en Argentina, y Sánchez, firmaron la Convención Definitiva del 14 de octubre de 1862 que ponía punto y final al conflicto anglo-paraguayo. Aún así, habría que esperar algunos meses hasta que Carlos Calvo fuera acreditado, acabando con la ruptura de relaciones de agosto de 1859. 

Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos

lunes, 5 de julio de 2021

CARTA DE FRANCISCO SOLANO LÓPEZ INFORMANDO A NICOLÁS VÁZQUEZ SOBRE EL ATAQUE AL TACUARÍ.

 



Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos



LA CUESTIÓN CANSTATT, EL CONFLICTO ANGLO-PARAGUAYO DE 1859-1862 | PARTE III: EL ATAQUE AL TACUARÍ

Cuando parecía que las relaciones anglo-paraguayas ya no podían empeorar más, el 29 de noviembre de 1859 tuvo lugar un suceso que a punto estuvo de desencadenar una guerra entre Paraguay y el Imperio Británico. Este suceso fue el ataque en el Río de la Plata al barco paraguayo Tacuarí, hecho que la prensa calificó de acto de piratería y que fue otro ejemplo de la conocida como “Diplomacia de Cañoneras”. 

Entre octubre y noviembre el Brigadier General Francisco Solano López, hijo del presidente paraguayo, se encontraba en Buenos Aires, con el cargo de Ministro Mediador para mediar entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires. Finalmente, el día 11 se alcanzó un pacto de paz y de reunificación entre ambos territorios. Tras acabar su misión en Buenos Aires, López tenía planeado partir a bordo del vapor de guerra Tacuarí y, antes de regresar a Paraguay, entrevistarse con el presidente de la Confederación Argentina, Justo José de Urquiza. 

El día 29 de noviembre zarpó del puerto de Buenos Aires. De inmediato, aún en la rada, dos naves británicas, la corbeta Buzzard y la cañonera Grappler, comenzaron a realizar movimientos hostiles y a entorpecer el paso del Tacuarí. Ante esto, del Tacuarí partió una lancha para pedir explicaciones a los británicos. De repente, sin previo aviso, el Grappler disparó un cañonazo al vapor paraguayo. 

El Tacuarí, viéndose en desventaja, arrió la lancha y decidió regresar a puerto mientras era perseguido, pues además de las dos naves británicas mencionadas, no muy lejos se encontraban otras tres. Como después escribiría López, con este ataque se confirmaban los rumores que no quiso creer sobre las intenciones británicas. López decidió regresar a puerto pues sospechaba que los británicos se proponían destruir el Tacuarí o capturarlo junto a su persona, en un flagrante acto de guerra. 

De regreso en Buenos Aires, el comandante del Tacuarí, Pedro Ignacio Meza, dirigió una nota de protesta al comandante del Buzzard, el cual le devolvió a modo de insulto. Un día después del ataque, López informó a los gobiernos de Buenos Aires y de la Confederación Argentina. El gobierno de Buenos Aires lamentó el suceso y le ofreció un vapor de guerra bonaerense para poder regresar con seguridad a Paraguay, pues de hecho, el Tacuarí se encontraba bloqueado en puerto por las naves británicas. El gobierno de Bueno Aires también pidió explicaciones al encargado del consulado británico en la ciudad, el cual negó en todo momento el ataque al Tacuarí. 

A continuación, López pidió seguridades al gobierno de Buenos Aires para poder regresar a Paraguay sin peligro, pero estos no pudieron dárselas, salvo que lo hiciera en una nave bonaerense. Sin embargo, López decidió regresar a Paraguay por tierra, no sin antes protestar por las falta de protección que las autoridades de Buenos Aires daban al Tacuarí o a mercantes paraguayos en sus aguas. 

Paralelamente a los sucesos de Buenos Aires, en Paraguay, conocedores del asunto, tomaron medidas. Por el Semanario de Avisos sabemos que el presidente Carlos Antonio López envió a su hijo Venancio a la Fortaleza de Humaitá con instrucciones de prevenir nuevos atentados británicos. Por una nota del presidente sabemos que en el verano de 1860 las mejoras en las fortificaciones aún no estaban listas y por ello necesitaban ganar tiempo, pues tenían la sospecha que los ingleses intentaría un desembarco, o al menos bloquear los ríos y capturar barcos paraguayos. Y concluía López su nota diciendo: “estamos dispuestos a aceptar la guerra, como único medio de afirmar la paz de una manera honrosa y solida”. 

Ahora regresemos a Buenos Aires. El 21 de diciembre, el comandante de las fuerzas navales británicas en la región, Stephen Lushington, escribió al presidente López diciéndole que debido al conflicto entre ambos países estaba en su deber de impedir la navegación de Tacuarí. Además, exigía la liberación de Santiago Canstatt, el cual debería ser embarcado en el navío británico Leopard o entregado a la legación de Su Majestad en Paraná, a cambio de dejar libre al Tacuarí. 

El presidente López contestó a finales de enero de 1860 comunicando a Lushington que Canstatt había sido liberado, como dijimos en el primer video, el 2 de enero y el 17 abandonó Paraguay en el vapor Jejuí, por lo que el presidente solicitaba que el comandante británico cumpliera su palabra y liberara al Tacuarí, como así fue. También, como se ve en documentos británicos, la liberación de Canstatt echó por tierra cualquier plan de atacar Paraguay, pues ya no tenía sentido. 

Aún habría que esperar más de dos años para que los británicos reconocieran el ataque al Tacuarí. El 23 de abril de 1862 se firmó en Asunción, como veremos con más detalle en el siguiente video, una Convención para poner fin al conflicto anglo-paraguayo. En el punto 2º los británicos decían que el ataque al Tacuarí había sido un acto ajeno al gobierno de Su Majestad y afirmaban que había sido una actuación espontánea de Lushington, que pretendió así obtener la liberación de Canstatt. Sin embargo, este punto fue modificado en la Convención definitiva del 14 de octubre de ese año en la que se eliminaba la mención a Lushington y los británicos solo lamentaban el suceso. 

A pesar de lo que se dijo en la primera Convención, sabemos por documentos británicos que la acción fue planificada por los altos cargos del Ministerio de Relaciones Exteriores Británico. En una carta de finales de diciembre de 1859, Charles Henderson, excónsul británico en Paraguay, lamentaba el fallido ataque al Tacuarí y señalaba que hubiera sido preferible capturar a López en lugar de atacar Asunción, plan sobre el que Henderson volvía aunque parecía, como vimos en el anterior video, haberse descartado hacía meses. Henderson hablaba de reunir una flota y esperar al buen tiempo para remontar el río Paraná y atacar Asunción. Esta acción no sería solo contra Paraguay, sería una demostración de fuerza ante todos los países de la región. 

Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos