Se sabe mucho sobre la Guerra de la Triple Alianza, pero es casi desconocido que Paraguay pudo ganar la guerra gracias al plan ideado por el confederado James Manlove. Reconstruiremos esta historia gracias a las cartas que Manlove dirigió a Francisco Solano López, al libro “Siete años de aventuras en el Paraguay” escrito por el inglés George Masterman, que sirvió en el ejército paraguayo, y a los testimonios que Charles Washburn, embajador estadounidense en Paraguay, plasmó en su “The History of Paraguay”.
James Manlove, Mayor del ejército confederado, salió desde Nueva York en 1865 rumbo a Río de Janeiro, donde conoció a Washburn. Más tarde, ambos se reencontraron en Buenos Aires. Según Washburn, en un principio Manlove solo viajaba por diversión pero, luego, al saber que el embajador iría a Paraguay le pidió ir con él. Manlove, para intentar convencer a Washburn de que le llevara con él, le contó sus planes. Según Manlove, quería conseguir una patente de corso de Francisco Solano López, regresar a Estados Unidos y conseguir barcos, para lo cual ya había contactado con los propietarios de varias naves que habían hecho el corso en la reciente Guerra Civil.
Con estos barcos pretendía atacar los transportes y los mercantes brasileños. Washburn, dado su cargo como embajador, se negó a saber más, ya que eso podría arrojar sospechas sobre su persona, y avisó a Manlove de que López no le escucharía. Entonces, Manlove, que no pudo embarcar con Washburn, decidió dirigirse solo a Corrientes. Allí, cuenta Washburn, se lo encontró posteriormente. Manlove frecuentaba a los altos mandos argentinos, incluidos el presidente argentino, Mitre. Manlove no se alistó en las fuerzas aliadas, pero según Washburn había pedido una compañía de francotiradores con los que atacar a los paraguayos.
Poco después, cuenta Washburn que Manlove cruzó las líneas argentinas y se hizo capturar por los paraguayos, que lo llevaron con los ojos vendados al cuartel general de López. Allí registraron sus papeles, lo interrogaron sobre sus planes, sobre Washburn y sobre el ejército enemigo. Es en este momento, en agosto de 1866, cuando Manlove dirige unas cartas a López en las que describe sus planes. En ellas detalla lo que anteriormente le había contado a Washburn. Pretendía obtener patentes de corso para ir contra los brasileños. Además, pedía la ciudadanía paraguaya para él y para todos los que sirvieran en esa empresa. Según Manlove, ya que la mayoría de puertos brasileños estaban débilmente fortificados sería fácil tomarlos con la flota de corsarios. Manlove pretendía formar esta flota con los viejos buques de la Guerra Civil Americana que ahora estaban en venta. A cambio, Manlove no pedía dinero, solo una recompensa por cada buque de guerra enemigo destruido. Terminaba Manlove su primera carta solicitando una entrevista personal con López.
En una segunda carta Manlove hablaba de la importancia de nombrar un Almirante para la escuadra del Atlántico. Esta escuadra estaría formada por seis buques. Además, afirmaba que tenía en las Indias Occidentales esperando un buque de diez y ocho cañones comandado por su hermano. Según Masternan, se trataban de dos barcos tipo monitor y Manlove pretendía regresar a Estados Unidos por Bolivia y Panamá para volver con ellos.
A pesar de todo lo dicho y escrito por Manlove, los paraguayos no le creyeron, le consideraban un espía al servicio de Washburn. Según Masterman, López había oído que Manlove era un excelente tirador al servicio de los argentinos para matar oficiales paraguayos, por lo que iba a ejecutarlo. Esto no sucedió por la intervención de la esposa de López, Elisa Lynch, y del Dr. Stewart, aunque Vicente Barrios, el Coronel Wisner y el obispo Palacios le habían incitado a hacerlo. Manlove fue encarcelado en el Paso Pucú varias semanas. En una tercera carta, el confederado se lamentaba de que se le considerase un enemigo y por ello estar en prisión.
Lo que Manlove no cuenta, es que tiempo antes este plan había sido presentado a Cándido Bareiro, Encargado de Negocios de Paraguay en París por entonces. Según cuenta el diplomático paraguayo Gregorio Benites, en mayo de 1866 varios marinos confederados fueron a la legación paraguaya en París con la siguiente proposición: organizar una flotilla de seis vapores fuertemente armados de la Guerra de Secesión para realizar actividades corsarias. El objetivo sería atacar y capturar buques y ciudades aliadas, y posteriormente cortar el paso en el Río de la Plata a las naves aliadas, encerrándolas así en el Rio Paraguay hasta hacer que se rindieran. Cándido Bareiro se mostró entusiasmado con la idea, pero nunca se decidió a aceptarla. Gregorio Benites recoge en su libro, “La Triple Alianza de 1865”, que numerosos periódicos sudamericanos se hicieron eco de este plan corsario. Benites acaba su relato sobre este plan con la seguridad de que si se hubiese realizado, el curso de la guerra hubiera sido favorable a Paraguay.
Volviendo al relato sobre Manlove, sabemos que tiempo después de ser encarcelado, debido a su mala salud, fue liberado, se le permitió ir a Asunción y se le entregó una pequeña suma de dinero para sus gastos. Allí lo encontró Washburn en noviembre a su llegada a Asunción y le ayudo en todo lo que pudo mientras estuvieron juntos en la ciudad, llegando a conseguir que López le concediera una ayuda económica.
En febrero de 1868, tras la evacuación de Asunción, Washburn, para proteger a Manlove, lo hizo empleado de la embajada, esperando así que obtuviera inmunidad diplomática. En marzo, según Washburn se produjo un incidente entre el pendenciero Manlove y la policía de Asunción, que solo se resolvió, por el momento, con su intervención, ya que refugió a Manlove en la legación estadounidense.
Según Masterman, semanas después, Washburn se peleó con Manlove y lo expulsó de la legación, siendo arrestado poco después por la policía paraguaya, que no había olvidado el anterior incidente. Washburn, a pesar de la reciente enemistad con Manlove, volvió a interceder por él. Elevó quejas a las autoridades paraguayas, pues defendía que Manlove era inviolable por su empleo en la embajada. Esto generó un intercambio de notas y una pequeña crisis diplomática entre estadounidenses y paraguayos. Sin embargo, nada se pudo hacer por Manlove, que fue ejecutado el 22 de agosto de 1868 acusado de traición. Otras versiones dicen que la ejecución fue posterior o que Manlove consiguió salir de Paraguay y regresar a Estados Unidos.
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