Si hablamos de mitología griega quizás dos de los mitos más populares son los de Hércules, o mejor dicho, Heracles, y el de la Guerra de Troya, pero son casi desconocidas dos partes de estos mitos y la relación entre ellos: el saqueo de Troya por parte de Heracles.
Cuenta Homero en la Ilíada que Posidón y Apolo, a instancias de Zeus, alquilaron sus servicios a Laomedonte, rey de Troya, para un año por un salario convenido. Según algunas noticias tardías, Zeus les obligó a trabajar para Laomedonte por haberse rebelado. Posidón edificó una muralla alrededor de la ciudad, mientras que Apolo se ocupó de los rebaños. El poeta Píndaro dice que en estos trabajos, los dioses fueron ayudados por Éaco, rey de Egina. Según la versión de la Biblioteca Mitológica de pseudo-Apolodoro, Posidón y Apolo, para probar la soberbia de Laomedonte, adoptaron forma humana y le propusieron fortificar, a cambio de un salario, Pérgamo, la ciudadela de Troya. Pero cuando se cumplió el plazo, Laomedonte se negó a pagar lo convenido, y les amenazó con amarrarlos y llevarlos a lejanas islas para venderlos e, incluso, hacia ademán de cortarles las orejas. Por su parte, el escritor Higinio, en sus Fábulas, dice que Laomedonte había prometido inmolar todo el ganado que naciera en su reino durante un año, cosa que no cumplió.
Entonces los dioses se fueron llenos de rencor. Pseudo-Apolodoro dice que, en venganza, Apolo envió una peste a Troya y Posidón un monstruo marino que aprovechando la pleamar arrebataba a los hombres de la planicie. Los oráculos vaticinaron que cesarían las desgracias si Laomedonte ofrecía a su hija Hesíone como alimento del monstruo, y él la ató a unas rocas del litoral. Esto recuerda al mito de Andromeda y Perseo. Según Higinio, el oráculo de Apolo dijo que si jóvenes doncellas troyanas eran atadas con cadenas ante el monstruo, se terminaría la peste. Una vez que habían sido devoradas muchas, el azar recayó en Hesíone.
Según pseudo-Apolodoro, cuando Heracles regresaba del País de las Amazonas, de tomar el cinturón de Hipólita, arribó a Troya. Por su parte, Higino dice que Heracles y Telamón iban de camino a la Cólquide con los Argonautas en busca del Vellocino de Oro. Haracles vio a Hesíone y le prometió a Laomedonte salvarla a cambio de los caballos de Tros, su abuelo, unos caballos que podían correr sobre las aguas. Petición a la que Laomedonte accedió.
Entonces Heracles mató al monstruo y liberó a Hesíone. La Ilíada dice que Heracles contó con la ayuda de Atenea, que construyó un muro para que el héroe se protegiera del monstruo. Por su parte, Licofrón, en su poema Alejandra, cuenta que Heracles se lanzó contra el monstruo y este lo devoró, pero el héroe mató al monstruo desde dentro con un arma, pero a causa del calor que sufrió allí perdió su cabello. Hay que apuntar que este pasaje de Heracles dentro del monstruo recuerda al de Jonás dentro de la ballena. Un relato más detallado sobre esto podemos encontrarlo en el poema épico de Valerio Flaco, las Argonáuticas.
Aunque Heracles cumplió su parte del pacto, Laomedonte se negó a cumplir lo acordado. Heracles, antes de hacerse a la mar, amenazó con guerrear contra Troya. Higinio, por su parte, nos dice que Heracles y Telamón mataron al monstruo, devolvieron a Hesíone a su padre a cambio de que, cuando ellos volvieran de la expedición a la Cólquide, se la llevarían consigo a su patria junto con los caballos de Tros. Pero Laomedonte no cumplió lo pactado.
A continuación tenemos tres versiones sobre el regreso de Heracles y la conquista de Troya. En la primera, pseudo-Apolodoro dice que Heracles, después de haber acabado sus trabajos, reunió un ejército de nobles y fue a Troya con dieciocho naves, o seis, según la Ilíada. Al llegar, encomendó a Oícles la custodia de las naves, y con el resto del ejército marchó contra la ciudad. Entonces Laomendonte llegó con una muchedumbre hasta las naves y mató a Oícles en combate, pero los compañeros de Heracles lo repelieron y lo sitiaron.
Establecido el cerco alrededor de Troya, Telamón, abriendo brecha en la muralla, entró primero, y a continuación lo hizo Heracles. Después de tomar la ciudad y de haber matado a Laomedonte y a sus hijos, excepto a Podarces, Heracles entregó a Hesíone como premio a su amigo Telamón. A esta se le permitió llevarse a uno de los cautivos, y eligió a su hermano, Podarces, pero, para ello, Heracles le dijo que antes debía hacerlo esclavo y luego comprarlo. Así fue, y desde entonces Podarces fue llamado Príamo.
La segunda versión, la de Diodoro, dice que cuando los Argonautas se encontraban de regreso de su expedición arribaron a la Tróade. Heracles envió a su hermano Ificles y a Telamón para que reclamaran los caballos y a Hesíone a Laomedonte. Pero el rey de Troya encarceló a los enviados y maquinó acabar con los otros Argonautas en una emboscada. Príamo, hijo de Laomendonte, era de la opinión de respetar lo pactado, así que avisó a Telamón de los planes de su padre. Telamón y los suyos consiguieron escapar y reunirse con el resto de los Argonautas. Entonces, se presentaron para combatir contra los troyanos. Mientras, Laomedonte avanzó hacia las naves con la esperanza de destruirlas y acabar así con la guerra, aunque los griegos consiguieron alejarlas de la costa. Entonces Laomedonte regresó atrás y, en una batalla contra los griegos, Heracles acabó con el rey troyano, tomó la ciudad, degolló a muchos de sus habitantes y entregó el reino a Príamo por su justicia.
La tercera versión, la de Dares Frigio, es la siguiente: Heracles, para tomar lo que Laomedonte la había negado, pidió ayuda a otros héroes para ir contra Troya. Una vez que los griegos desembarcaron, parte de ellos fueron a Troya. Mientras Laomedonte se lanzó contra las naves, pero, cuando escuchó que la ciudad estaba siendo atacada, retrocedió. En el camino, Laomedonte se encontró con Heracles y este le mató. A continuación, la ciudad fue tomada. Según Dares Frigio, Príamo no estaba en Troya en aquel momento.
Para finalizar haremos unas breves reflexiones desde el punto de vista histórico. Si tenemos en cuenta que con el descubrimiento de las ruinas de Troya se probó el trasfondo histórico del relato de la Ilíada, es posible que el caso de la Primera Guerra de Troya, la protagonizada por Heracles, no sea muy diferente. A lo largo de su historia Troya sufrió varias destrucciones, algo que se refleja en sus niveles arqueológicos. El más conocido es el de la Guerra de Troya, fechado hacia el año 1180 a. C. El nivel correspondiente a la destrucción de Heracles sería una generación anterior, quizás a alguno de los subniveles de Troya VI. Pero, ¿quién sería el verdadero Heracles, autor de esta destrucción? Podríamos hacer muchas suposiciones, como que se trató de un rey o un caudillo micénico, el líder de una expedición pirática, un predecesor de los Pueblos del Mar, o el reyezuelo de un pueblo en migración. Sea cual sea la respuesta, quizás nunca sepamos.
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