Es de sobra conocido el debate sobre cual debería ser considerada la capital de Bolivia, Sucre, la capital oficial y donde reside el poder judicial, o La Paz, donde residen los poderes legislativo y ejecutivo. Sin embargo, es menos conocido que durante su historia Bolivia ha tenido otras capitales.
Hace casi 200 años, el 9 de diciembre de 1824, los realistas fueron vencidos en la batalla de Ayacucho, quedando así Perú prácticamente liberado. Tras esto, Antonio José de Sucre, héroe de Ayacucho, pasó al Alto Perú, la actual Bolivia, para arrebatar aquel territorio a los españoles, aunque ya parte de el estaba controlado por diversas guerrillas, las llamadas republiquetas.
Durante los primeros meses de 1825 el Alto Perú no tuvo una capital definida, aunque se podría considerar como tal al lugar en el que Sucre establecía su cuartel general durante su marcha. Así podemos citar a La Paz entre febrero y marzo, Sica Sica, Oruro y Condo en marzo, Potosí entre marzo y abril, y Chuquisaca desde abril, aunque durante aquellos meses Sucre pasó por otros lugares.
Tiempo después, el 11 de agosto, la Asamblea General del Alto Perú decretó en Chuquisaca que el nuevo estado recibiría el nombre de República Bolívar y que “la ciudad capital de la República y de su departamento, se denominarán en lo sucesivo, Sucre”, aunque no se aclaraba donde estaría esta capital.
Un año después, el 21 de junio de 1826, durante la celebración de la Asamblea reunida en Chuquisaca, se presentó un proyecto de ley para que “provisionalmente y mientras se designa el lugar donde deba edificarse la ciudad Sucre se declara a Chuquisaca por Capital de la República”.
Días más tarde, el Congreso Constituyente facultó a Simón Bolívar para que designara el sitio donde debería “construirse la nueva ciudad Sucre, y mientras se levanten los edificios necesarios para el Gobierno y Cuerpo Legislativo, Chuquisaca se declara Capital provisoria de la República Boliviana”.
En las actas de las sesiones de aquellos días podemos leer como había quien deseaba que Chuquisaca fuera la capital para siempre o que por entonces no se sabía si ciudad Sucre estaría en un lugar ya existente o en un lugar desierto, incluso se dudaba de su construcción, ya que la situación del erario público era lamentable. Sin embargo, se apuntaba a que su construcción era necesaria “para evitar la anarquía y conservar la unión entre los departamentos”, por lo que no sería inoportuno realizar un sacrificio económico, además, se señalaba que al hablarse solo de construcción de edificios, esto no sería muy difícil de realizar y se mencionaba un lugar próximo a Cochabamba.
Con respecto a Cochabamba, Sucre mencionó aquella localización esos días. En una carta a Bolívar, el cual había estado allí a principios de año, dice: “Como yo sé que usted ha designado un lugar muy cerca de Cochabamba para la ciudad Sucre, mandaré muy luego cortar maderas y preparar todos los materiales, para […] construir todos los edificios el año que viene; pues tengo un empeño formal en reunir el primer Congreso constitucional el año 28 en la capital de la República”. Por último, Sucre añadía que sabía que Bolívar quería “poner la primera piedra de la nueva ciudad,...”.
Dos años más tarde, en agosto de 1828, Sucre volvió a mencionar la preferencia de Bolívar por Cochabamba, por lo que el gobierno había mandado “construir allí los edificios para el cuerpo legislativo”, los cuales estaban cerca de concluirse pese a la invasión peruana de ese año. Por último, decía Sucre que “considerada Cochabamba como capital de la república, se reunirá allí el congreso constitucional”.
Finalmente el sueño de ciudad Sucre no se materializó, pero con el tiempo Bolivia contó con otras capitales. Así, durante su gobierno, Andrés de Santa Cruz fijó en La Paz de Ayacucho, o simplemente La Paz, la sede de su gobierno, salvo unos días en junio de 1836, cuando se celebró un Congreso extraordinario en Tapacarí, por lo que la República fue gobernada desde allí brevemente.
Tras esto, con la creación de la Confederación Perú-Boliviana, hubo intención de fijar la capital de esta entidad en Lima o Tacna, o incluso en fundar una capital llamada Nueva Tacna, aunque en la práctica, Santa Cruz ejerció su gobierno de forma itinerante, haciéndolo principalmente desde el palacio protectoral de La Paz.
Luego, en julio de 1839, tras el fin de Santa Cruz y de la Confederación, Chuquisaca, rebautizada como ciudad Sucre, fue declarada capital de Bolivia, aunque podemos ver como La Paz siguió siendo sede del gobierno.
Más tarde, en 1848, volvemos a encontrar otro cambio de capital, este bastante llamativo. En diciembre de ese año llegó al poder Manuel Isidoro Belzu en mitad de un ambiente turbulento, por lo que, mientras arreglaba la administración y seguía su marcha a través de la República, decretó que: “El punto en que se encuentre el Gobierno durante su marcha, será la capital de la República”, es decir, la capital boliviana pasó a ser itinerante, por lo cual se llegó a decir que Belzu puso “la capitalía de la Nación en la grupa de su caballo”.
Finalmente, el último cambio de capital de Bolivia a punto estuvo de realizarse en 1880. Ese año se proyectó crear los Estados Unidos Perú-Bolivianos, cuya capital provisional sería Lima, aunque el plan no se llegó a materializar.
Puedes encontrar más historias en nuestro canal: https://www.youtube.com/channel/UC8Rx6U8r2-DGtHYDxIIThAg/videos
No hay comentarios:
Publicar un comentario