Sobre la vida de José de San Martín, Libertador de Argentina, Chile y Perú se sabe mucho, pero a continuación hablaremos sobre sus orígenes, sobre su vida menos conocida, la anterior a ponerse al servicio de la independencia americana.
José Francisco de San Martín nació en 1778 en la antigua misión jesuítica de Yapeyú, en la actual Provincia de Corrientes. Fue hijo de los palentinos Juan de San Martín, Teniente Gobernador de Yapeyú, y de Gregoria Matorras, siendo el menor de cinco hermanos. Según teorías recientes, en realidad era mestizo, hijo del español Diego de Alvear y de la guaraní Rosa Guarú, que lo entregaron al matrimonio San Martín.
Poco después la familia se trasladó a Buenos Aires, donde San Martín acudió brevemente a una escuela de primeras letras. En el año 1784, San Martín y su familia viajaron a España. En Madrid ingresó en el Real Seminario de Nobles y a continuación siguió sus estudios en la escuela de las Temporalidades de Málaga.
En julio de 1789, a los once años, entró como cadete en el Regimiento de Infantería de Línea de Murcia. Sus primeras campañas fueron en el Norte de África contra los moros. Primero estuvo en Melilla, luego en Mazalquivir y más tarde fue parte de la guarnición de Orán. Durante su estancia en este lugar, la ciudad sufrió un fuerte terremoto y fue asediada durante varias semanas por el enemigo, siendo poco después entregada al Bey de Argel.
En 1793 San Martín fue trasladado primero al Ejército de Aragón y luego a los Pirineos Orientales, donde combatió, al parecer como granadero, contra los franceses en la Guerra del Rosellón. En esta época participó en las batallas de Mas Deu y Truillás bajo el mando del general Antonio Ricardos. Por su destacada participación en acciones menores entorno a Le Boulou, San Martín fue ascendido al grado de Segundo Subteniente. A continuación, el Regimiento de Murcia pasó por Port-Vendres, por el Fort Saint-Elme y Collioure, donde tuvo que capitular a mediados de 1794, aunque los franceses permitieron a San Martín y a sus compañeros retirarse a España. Durante esas acciones, San Martín fue ascendido a Primer Subteniente y más tarde a Segundo Teniente de su regimiento.
En 1795 España firmó la paz con Francia y en 1796 ambas naciones se aliaron contra Inglaterra. A finales de ese año murió el padre de San Martín en Málaga. Abiertas las hostilidades entre España e Inglaterra, San Martín se encontraba embarcado en la flota española y el 4 de febrero de 1797 tomó parte en la batalla del Cabo de San Vicente, en la que también participó el famoso Nelson y en la que vencieron los ingleses.
Tiempo después, embarcado en la escuadra del Mediterráneo, San Martín sirvió en la fragata “Santa Dorotea”, al mando de la Infantería de Marina. En mayo de 1798 recaló en el puerto francés de Tolón, donde según algunos, conoció a Napoleón, que se preparaba para ir a Egipto. En julio la “Santa Dorotea” consiguió apresar un corsario inglés. Con la “Santa Dorotea” San Martín participó en seis misiones hasta que fue atacada frente a Cartagena por el navío de línea ingles “Lion”. Tras un reñido combate, la “Santa Dorotea” no tuvo más remedio que rendirse, siendo capturada por los ingleses, mientras que a las tropas se les dejó libres.
Según cuenta Bartolomé Mitre en su obra sobre San Martín, este dedicó los siguientes meses a cultivar el dibujo y a estudiar matemáticas. En 1801, durante la guerra entre España y Portugal, conocida como la Guerra de las Naranjas, San Martín, al frente de una compañía de su Regimiento, participó en la invasión del Algarve y en el sitio de Olivenza. A finales de ese año, mientras se encontraba reclutando tropas en Valladolid, hay testimonios que señalan que San Martín fue asaltado por bandidos, los cuales le robaron una gran cantidad de dinero.
En 1802, según Mitre, San Martín estuvo presente en el bloqueo a Gibraltar y en Ceuta, aunque otros autores dicen que no hay datos para afirmar eso, y es que a finales del año, en un documento fechado en Cartagena es nombrado Segundo Ayudante del Batallón de Infantería Ligera de Voluntarios de Campo Mayor.
En 1804 encontramos al futuro Libertador en Cádiz como Capitán Segundo en el mismo batallón, donde hizo frente a una gran epidemia de Fiebre Amarilla que devastó la ciudad. Es posible que durante las etapas de descanso San Martín visitara a su madre en Orense, donde esta residía.
En 1807, el Tratado de Fontainebleau entre España y Francia hizo que San Martín volviera a los campos de batalla. San Martín y los Voluntarios de Campo Mayor, bajo el mando del General Solano, invadieron el sur de Portugal. Entonces, España, traicionada por Francia, fue ocupada por las tropas napoleónicas, por lo que Solano y los españoles abandonaron Portugal. Al General Solano se le insistió para que se rebelara contra los franceses, pero se negó, siendo acusado de traidor y atacado a finales de mayo de 1808 por el pueblo en Cádiz. Debido a esto, San Martín y sus hombres tuvieron que atrincherarse para defenderse de la insurrección popular. Finalmente Solano fue muerto por la turba, mientras que San Martín escapó a duras penas.
A continuación, encontramos a San Martín, ascendido a Mayor General, en el Ejército de Andalucía que se había formado contra los franceses. A finales de junio, comandando guerrillas, tuvo una participación destacada en la Batalla de Arjonilla, donde, con fuerzas mucho menores, venció a la caballería francesa, causándoles graves perdidas. Poco después fue nombrado Capitán agregado al Regimiento de Caballería de Borbón.
A continuación participó en una acción en Villanueva de la Reina y poco después, en la gran batalla de Bailén, donde los franceses fueron derrotados. Más tarde, en septiembre, el Ejército de Andalucía entró en Madrid, donde San Martín recibió los despachos de Teniente Coronel y una medalla de oro por la Batalla de Bailén. A finales de noviembre las tropas españolas, derrotadas por las francesas en la Batalla de Tudela, van hacia el sur, mientras que San Martín cubre la retirada. Más tarde, en el Ejército de Cataluña, parece que participó en los socorros a Gerona en 1809, durante el tercer sitio al que esta ciudad fue sometida por los franceses, aunque esta cayó finalmente en diciembre de aquel año.
En enero de 1810 San Martín fue nombrado ayudante de campo del Marqués de Coupigny. Más tarde, en 1811, participó junto a portugueses y británicos en la indecisa Batalla de Albuera. Poco después, pasó a ser agregado de comandante del Regimiento de Dragones de Sagunto. A continuación, al poco tiempo de regresar de una estancia en Lisboa, conocedor San Martín de la Revolución de Mayo de 1810 y después de la Revolución del 5 y 6 de abril de 1811 en el Río de la Plata, decidió abandonar el ejército español y viajar a Londres y a principios de 1812 a Buenos Aires, donde comienza su historia como Libertador.
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